Surprise ☾y.m☽

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Ya tenía absolutamente todo listo; una deliciosa cena, regalos y buen sexo para lo que quedaba de la noche.

Sus pequeños ojos se entrecerraban mientras escaneaban todo el lugar asegurándose de que todo esté en orden.

Había comprado lo que Jin le había dicho que iba a ser "necesario". Entre ello un bote de lubricante sabor frambuesa, un látigo, aquel  conjunto de lencería color rosa pastel, un pequeño vibrador y toallitas húmedas.

En ése momento llevaba puesto unos pantalones negros que ajustaban su voluminoso trasero, una camisa celeste bebé y unas zapatillas vans. Claro que debajo venía la sorpresa, pues cuando su novio le quitara la ropa, se toparía con unas bragas de encaje que por medio de un moñito color blanco se ataba a unas medias que le llegaban hasta los muslos.

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Ya habían pasado unos cuarenta minutos desde que Jimin había preparado todo, hasta que de pronto se escuchó la puerta principal abrirse dando paso a un cansado YoonGi con un ramo de rosas azules –las flores favoritas de Jimin– junto a una caja de bombones en una mano mientras que en la otra había un pequeño diario hecho por él mismo donde escribió todo lo que sentía por el menor, también le escribió unas cuantas canciones y pegó las memorias grabadas en fotos desde que conoció a Jimin hace tres años hasta cuando hace unos días habían ido a comer helado.

Al verlo, el menor corrió rápidamente hasta quedar en frente de YoonGi recibiendo lo que éste le entregaba mientras le susurraba las cosas más hermosas que ha podido escuchar en su vida para después dejar todo en la mesa y abrazarlo por el cuello.

–Gracias, Yoonie. Gracias por éstos hermosos regalos.– En ése momento tomó una bocanada de aire y suspiró pesadamente. –Y-yo también te hice algo. Preparé tu comida favorita.– Dicho esto, escondió su sonrojado rostro en el cuello del mayor para luego tomarlo de la mano y guiarlo hasta la cocina.

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La pareja cenó entre un cómodo silencio que de repente se rompía para dejar salir palabras completamente dulces o simplemente rozar sus narices creando los –amados por Jimin– "besos esquimales."

Cuando terminaron de comer, el menor se levantó y dejó los platos en el lavavajillas para después sentarse sorpresivamente sobre el regazo de su novio abrazándolo por el cuello.

–Daddy~ Minnie preparó una sorpresa más,  ¿la quiere ver?– YoonGi sintió toda la sangre de su cuerpo concentrarse únicamente en su entrepierna para después acariciar la pierna del contrario mientras susurraba en su oído un "claro, bebé" seguido por una mordida en el lóbulo del mismo.

Jimin sonrió y se levantó tomando la mano de su pareja dirigiéndolo a la habitación que ambos compartían la cual ahora estaba adornada por pétalos de rosa sobre el piso haciendo un camino hasta la cama y unas velas que le daban un aroma y una sensualidad única al ambiente.

El menor cerró la puerta tras de si y luego empujó a su novio sobre la cama sonriéndole maliciosamente. 

  –Daddy, Minnie compró algo para usted, pero no sé si le guste.– Dicho ésto se dió la vuelta dándole la espalda al nombrado mientras comenzaba a desabrochar ésa ajustada y larga camisa –que justo le llegaba hasta más abajo del trasero, claro, no fue coincidencia– para después repetir su acción con sus pantalones.

  –Minnie, Daddy quiere verte. Volteate por f...– El peliazulado no pudo continuar, pues quedó literalmente boquiabierto cuando el menor se dió la vuelta dejando caer su camisa mostrando un sensual conjunto color pastel; un corpiño que le quedaba increíblemente perfecto austándose a sus gráciles caderas y unas bragas de las cuales el hilo se perdía entre las nalgas de su pequeño.