Frase #92

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Espero se tomen el tiempo de leerlo; son situaciones por las que todos pasamos, en algunos antes que en otros, pero al fin y al cabo es algo común.
Espero les guste.

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Tú y yo y mi soledad.

Tú y yo, no sabes cuanto nos echamos de menos, no lo sabes... El problema es que yo tampoco puedo saber cuánto se extrañan tus propios tú y yo...

El tiempo se nos va, es nuestra única verdad. Somos pasajeros del mismo esfero, y viajamos a ciegas por la misma noche... Ambos queremos lo mismo. Ser auténticos, sinceros, llegar a ser puros como la energía de la que estamos hechos... Y crecemos así, hasta que nos hacen ver que algo está mal, o eso dicen...Crecemos sin crecer en realidad, y sin darnos cuenta, sólo replicamos: tomamos de aquí y de allá y de lo más imponente copiamos, de lo más intenso y de lo más sencillo de copiar...

Y así crecemos valientes, altivos y furibundos, y... ¿Está bien, no?
Tú y yo, vaya que nos echamos de menos... Tú en silencio, en una cama que no es la mía, y yo imagino tus lágrimas, y quiero volverme tus mejillas... acariciar tu humedad, y malear tus desazones... Extráñame de esta manera, sin dolor, sin presiones, sin la necesidad de decirnos lastimados, con la única necesidad de descubrir hasta cuándo podremos amarnos...

Así nos extraño, en medio de un suspiro que se rehúsa a salir, y luego, en medio del vapor que nos exige ser liberado; el vapor del alma, el clamor que te dice que no eres humano... Somos incandescentes, vehementes... Somos dioses, pero sin ti, jamás me habría dado cuenta...

Siempre fuiste tú, mi diosa, tan gentil en adoptar a este demonio, y fui tu diablo sin consciencia, fui tu azar y tus guerras, y a cada escalofrío abríamos nuevas puertas... El sendero, al final, resultó siendo el mismo, mas los caminos, mostráronse ignotos, y contendían en pos de confundirnos... Y yo grité, y hubo un rival: el viento, la monotonía, la lucha absurda de todos los días... Lo cotidiano es lo perfecto, lo que dejamos pasar por estar bien... si el obrero falla, el capataz grita, si lo hace bien, ninguno lo ovaciona, pero... he allí la diferencia:

¡Nosotros no somos obreros, somos la obra misma!, que viaja entre las mentes de los capataces, hasta terminar incluso en las rótulas de las hormigas más suspicaces... Jugando y vibrando, y sonriéndose sin vivir la alegría de sus sonrisas...

Es decir, guerrero, ¿para qué matas al dragon si eso no te hace sentir pleno? Para qué juras amor al Reino, si tu ánima te sabe mercenario... Para qué volvemos a negarnos una y otra vez, estamos aquí siempre los tres... Uno, yo... Dos, yo... Tres mi soledad. Exacto. Yo estoy aquí, tú estás allá... pero yo encontré algo más, lejos del horizonte de piel, allá donde la luz vibra y la oscuridad flota... Encontré el pequeño nudo azul, de lapislazuli perlado, que no fue tu voz la que lo pactó, sino la fuente incierta del origen de los motivos de tus ideas... Un nombre bastante largo, para qué exagerar los ornatos... Llámala fe, llámala ser, llámala como decidas, total los tiempos intemporales son la sempiterna brisa... El tiempo, similar al hombre, huye si existe, y si no... ¿para qué?

...Para todo lo que existe, pero no sabes que puedes ver.

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⏰ Última actualización: Feb 09, 2018 ⏰

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