Manu (así llamaban a Manuel), estaba caminando por la calle, después de un caso, volviendo a su casa. En el camino encontró a dos hombres vestidos de negro más bien traje, anteojos oscuros y sombreros, para ocultar la vista. Manu, sin dudarlo, los siguió. Todo iba bien, hasta que entraron a un callejón al cual no entraba mucho luz. Allí, en el callejón esperaba un señor, tapado hasta los ojos con diferentes prendas, y con un misterioso maletín.
Manu escuchaba una conversación no tan normal..
-Acá están las fotos. – Dijo uno de los del traje de negro..
-Muy bien, se ven con claridad las armas? – Dijo el señor con el maletín
-Que sí!
-Bueno.. Ahora hagan caso, si dicen algo de esto, les diré a la policía sobre el asesinato.. si no dicen nada, ella quedará con vida.
Manu entendió al toque que estaba pasando. Como él era un famoso detective, estaba enterado de todo lo que sucedía en
Los dos hombres de negro movieron la cabeza, como diciendo que sí..
Cuando se dieron la vuelta para irse, vieron a Manu! Y ellos, sin pensárselo dos veces lo golpearon con lo primero que encontraron. Manu quedó shockeado. Luego lo “envenenaron”, osea le pusieron en la boca un líquido, que todavía no había sido comprobado químicamente.. pero ellos pensaban que lo matarían al instante!
Manu, sin ningun fuego ni ninguna fuente de fuego cerca, se decía:
-Me estoy quemando.. estoy ardiendo, necesito agua..-se lo decía con una voz sin fuerzas, una voz derrotada..