>>Este fics fue escrito en conjunto con mi amiga Kimy Mondragón y constará de tres capítulos<<
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Jamás pensó encontrarse en esa situación, jamás pensó estar haciendo eso, jamás sintió tantos nervios y jamás se sintió tan incómodo. Pero se había enamorado; es que esa sonrisa, ese cabello, esos ojos y esas curvas no le podían pasar desapercibido a nadie y menos a él.
Desde que asumió que le gustaba más una paleta que un bizcocho, nunca sintió tal necesidad de querer hacer feliz a otro chico, de querer contarle alguna cosa graciosa que haya oído durante el día, de buscar su consuelo cuando algo no salía bien. Era lo primero que pensaba cuando despertaba y lo último antes de dormir. Lo amaba. Y si eso hacia feliz a Iruka él lo haría...
Aunque "eso" fuera conocer a sus padres.
Con sus veintipocos años lo último que quería era una cena formal y recatada con los padres de su novio. Porque sí; tras seis meses saliendo juntos ya le podía llamar su novio. Así que superó el pánico que le daba la situación, se vistió lo más decente que pudo y con una gran sonrisa acompañó a Iruka hasta su casa.
Llegaron puntuales, gracias Iruka, que no estaba menos nervioso que él, pero que lo disimulaba mejor ya que el partido se jugaba en su campo.
Sin embargo, todo empezó mal; Iruka en un intento por darle ánimos le había besado justo cuando su padre abrió la puerta para atenderles. Fueron rápidos y enseguida se separaron, pero era obvio que los había visto.Ikkaku, el padre de Iruka, con disgusto remugó algo que los chicos no entendieron y saludó.
—¡Kohari! El niño ya ha venido y viene con su... amigo. Pasad.
Kakashi entró inquieto, ya poner el primer pie en esa casa le tensó todo el cuerpo y más aún pasar bajo la atenta mirada del padre de Iruka que seguía plantado junto a la entrada esperando a que estuvieran dentro, para cerrar dramáticamente la puerta a su espalda. Kakashi supo de pronto que aquella era la peor encerrona en la que se había visto jamás, sin embargo de pronto llegó al recibidor una mujer con la sonrisa tierna y amable, y los primeros nervios se disiparon un poco.
—Hola muchachos, dejad aquí las chaquetas. Tú debes de ser Kakashi, ¿cierto? —le preguntó mientras rompía el abrazo con su hijo y se acercaba a dar dos besos a Kakashi.
Kohari era una bella mujer, ahora encajaba todo; ella era la culpable de que se enamorara tan perdidamente de Iruka, igual de dulce, la misma sonrisa, mismos ojos, y sí, también tenía curvas pero de mujer, claro.
«¿¡Pero qué hago pensando en las curvas de mi suegra!? Esto son los nervios...», se corrigió enseguida.
—Kakashi, ella es Kohari, mi madre, y él es Ikkaku... Papá; él es Kakashi.
Kakashi e Ikkaku cruzaran miradas. Miradas que si matasen Kakashi ya no lo contaría. Era un hecho que a Ikkaku no le gustaba su presencia allí, pero tirar las chaquetas al aire para crear una distracción y huir no era una opción muy digna, así que le extendió una mano mientras le miraba fijamente. Su suegro -que horrible palabra- tenía una mirada severa, muy parecida a la de Iruka cuando se enojaba, pero Kakashi tenía sus trucos para cambiar esa mirada, aunque... no podría besar a su suegro ¿verdad?
Pasaron al comedor y tomaron asiento en total silencio mientras Kohari se retiraba a la cocina a vigilar la cena. Era el momento de las primeras palabras; las más cruciales, pero allí nadie decía nada. Ikkaku aún miraba a Kakashi sin abrir la boca y Kakashi le aguantaba la mirada con todo el valor que tenía.
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"Suegros"
Fanfiction"Conocer a la familia de tu pareja es un trago amargo e incómodo por el que hay que pasar, pero de todos los parientes los peores, con diferencia, son los padres...". - AU, Kakairu