Está historia es una de mis favoritas de vampiros. Es una pequeña adaptación de un relato de la autora Nancy Kilpatrick . Esperando que les guste y sea de su agrado .
-¿Te acuerdas de quien te hablé?... es él; ahí está,- susurró Kibum al oído de Taemin, guiándolo con discreción haca un grupo de fumadores que se encontraba en un rincón del salón. Abriéndose paso entre la multitud de invitados a la fiesta, avanzaron con cierta dificultad.
-Creo que mejor nos quedamos por aquí- dijo Kibum, también en un susurro-, no me gustaría perder tiempo o energía
-Él es exactamente lo que tú necesitas- replicó Kibum-, lo has estado buscando por mucho tiempo... estoy seguro de que le vas a gustar mucho. Deberías creer en mí, yo no me equivoco.
Los grandes ojos chocolate de Kibum brillaban con esa chispa de picardía que Taemin recordaba como lo primero que había percibido de él cuándo se conocieron, años atrás, en la escuela secundaria, en aquella clase de carpintería que resultaba tan aburrida para ambos. A partir de ahí se habían convertido en amigos íntimos, tanto que cada uno se refería al otro como su "gemelo". Ahora Kibum estaba casado, vivía en una mansión rentada en las afueras de Paris y su vida era fabulosa, al grado de que Taemin se preguntaba qué clase de talismán tendría su amigo, pues parecía que todos sus sueños se hacían realidad.
Así que Taemin y Minho fueron presentados; él era un poco más alto que él y también parecía mayor, alrededor de los treinta años de edad, su aspecto era agradable, delgado y relativamente musculoso, aunque no tenía aspecto de deportista, sino más bien de un hombre de mundo. Vestía un traje de diseño- Pierre Cardín, pensó el-, con hombreras realzadas y de un color indefinido, pero claro, lo que acentuaba el bronceado de su piel. Su pelo y cejas eran de un negro intenso, pero su piel presentaba visos de palidez a pesar del bronceado- parece muy saludable, pensó Taemin-. Sus labios eran delgados y bien dibujados, con un rictus en los extremos que le daban una sonrisa permanente. Pero lo que más impresiono a Taemin fueron los ojos de Minho: esos ojos podrían ser grises o negros, pues cambiaban de color a cada momento, incluso cuando se posaron en él y parecieron penetrar en su mente.
-Encantado de conocerte- dijo Taemin, extendiendo la mano.
En vez de estrechar la mano de Taemin, él la condujo con delicadeza hasta la altura de sus labios, le dio la vuelta y la besó en la palma con suavidad, pero dejando sentir la punta de la lengua, sin dejar de mirarlo directamente a los ojos.
-Encantado, es un gran placer y espero que llegue a ser mayor aun – dijo Minho con una sonrisa picaresca-. Pero antes que nada debo advertirte que yo sufro una manía incontrolable: me obsesionan los pelirrojos con ojos color miel.
Taemin sintió demasiado atrevidas esas expresiones de Minho, pero recordó que se encontraba en un ambiente francés y prefirió retomarlo con elegancia y ligereza, por lo que sonrió también con picardía.
-Eres demasiado francés- dijo Taemin, riendo. La sonrisa de Minho se quedó fija.
-Taemin está realizando una investigación en París, para obtener un grado universitario: es muy inteligente-dijo Kibum.
-Sí, estoy estudiando hecho paranormal, sobrenatural- agrego Taemin
-¡Ah!, esa es una materia cercana a mi corazón- dijo Minho
-También está cerca del mío- respondió Taemin con un sonrojo, pues reconoció que ya estaba coqueteando en exceso con el recién presentado que él seguía sosteniendo su mano en alto, por lo que ella retiro de inmediato.