Soñé con un chico con una melodiosa voz, con unos ojos color avellana brillante y con una enorme sonrisa cruzando su rostro que me miraba sin parar. Soñé con su cara llena de pecas, y recordaba haberme dormido mientras las contaba. Con su cabello pelirrojo en el que se enredaban mis dedos, y en la sensación que me gustó tanto. En mi sueño me había sentido tan feliz que explotaría en cualquier momento. Me sentía bien, a salvo. Lamentablemente no alcancé a ver casi nada más sobre él, la imagen era muy brillante, muy borrosa. Casi no había podido distinguir un rostro completo, solo esas pocas facciones, esos detalles, esos sentimientos y luego... me desperté...
Parpadeé varias veces sin alejarme totalmente del reino de los sueños. Mi mente estaba estoica por culpa de ese chico. Nadie que yo haya conocido jamás era tan perfectamente irreal, se notaba a millas que era producto de mi imaginación. Era la clase de belleza que uno se imagina al leer un buen libro.
"Un sentimiento tan grande y tan sublime como el amor no es un lujo que podemos darnos a nuestra corta edad" - recordé las palabras de uno de mis mejores amigos luego de que su chica terminara con él. Sin embargo, aunque había concordado con él en su momento, ahora no estaba tan seguro. Lo que había sentido era demasiado puro y fuerte, y a pesar de ser un simple sueño, me había alegrado la mañana. Me sentía con un gramo de esperanzas en este mundo de desilusiones.Idiotamente en ese momento me sentía capaz de cualquier cosa.
Parecerá raro, que un sueño haya cambiado tan así mi perspectiva, pero había sido tan real. Como si fuera un recuerdo de otra vida, más que una fantasía.
Tenia eso en mi mente mientras la rutina mañanera comenzaba a repetirse, lastimosamente.
-¡Nate, media hora! - escuché el grito de mamá desde la otra punta de casa y abrí los ojos rápidamente. Mi madre tiene sus métodos para sacarme de la cama cuando me retrasaba, y nunca eran bonitos.
Me costó muchísimo pero logré levantarme y meterme a duchar, me bañé como pude y luego de ponerme algo de ropa bajé a desayunar con mis papás. La mesa estaba servida y ellos habían comenzado sin mí, como siempre, porque otra vez me quedé dormido.
-Mateo te pasará a buscar a la salida, quiere que vayan a no sé donde - anunció papá mientras leía el diario. Yo solo asentí mientras tomaba café. Mi papá es el ser menos expresivo que existe, él nos ama y todo pero en serio tiene problemas para demostrar su afecto.
Miré la hora y al ver que era más tarde de lo que esperaba me despedí de ellos saliendo rumbo al colegio mientras me metía un poco de todo en la boca y a las apuradas tomaba un último sorbo de mi taza.
Un dato curioso sobre mi es que las rutinas me parecen tediosas y aburridas, a veces me cansaban y estresaban y yo para eso trataba cada día de hacer algo para que este no se parezca al anterior, pero en Augnablik no hay mucho que hacer. Al principio cambiaba mis acciones de lugar para así no estancarme, pero cepillarse los dientes antes de desayunar o entrar a bañarse vestido no son buenas ideas. En serio, no lo son.
El trayecto hasta donde tomo mi colectivo no es tan largo (en Augnablik todo queda cerca), voy escuchando música y al llegar no espero nunca más de 20 minutos. En mi ciudad el sistema de transporte público consiste en varios colectivos numerados que se dividen distintos recorridos. A mi barrio solo llega el número 20 (me gusta porque es un numero par), o sea que no importa en qué parada del barrio me ponga, el colectivo siempre llegará.
Eso ayudaba mucho, ya que así podía ir cambiando de parada cada día y evitaba ser rutinario, simplemente elegí una y esperé.
Una vez arriba del colectivo cerré los ojos mientras mi imaginación volaba al son de la música, Eleanor Rigby se reproducía mientras en mi mente revivia el sueño que había tenido esta mañana.
Un pequeño golpecito en mi hombro me hizo sobresaltarme y abrir los ojos, una chica se había sentado en el asiento junto al mío. Brianna, pensé. Siempre se sentaba conmigo, teníamos una especie de contrato aunque en realidad nunca habíamos hablado con el otro. Ella siempre se sentaba conmigo ya que nadie en su grupo de amigos iba en este bus y a mi me servía para evitar a Luke y los otros matones que usaban este tiempo para burlarse de el "chico flaquito de pelo azul". Ah, si. Tengo el pelo azul.
Volvi a cerrar los ojos e intenté regresar a mis pensamientos cuando una voz me obligó a abrir mis ojos otra vez.
-Tierra llamando a Nate.. - me habló mi amigo Jake, él y su hermano Matt se sentaron en los asientos de adelante.
-Ey, chicos - dije mientras me quitaba los auriculares - ¿todo en orden?.
-Matt sigue enamorado y yo planeo desaprobar todas las materias de hoy -dijo con una sonrisa de costado- así que sí, todo en orden. ¿Qué tal tú?. No parece que hubieras dormido mucho.
-No lo hice, de hecho tuve un sueño muy extraño..
-Uh.. sueños húmedos - habló Matt por primera vez - queremos detalles.
-Nada como eso, Matt. Soñé con alguien que nunca vi pero era como si lo conociera de toda la vida.. ¿sabes? - solté. E iba a continuar antes de ser interrumpido, a mi sorpresa, por Brianna.
-Con alguien.. ¿en masculino?.. ¿Nate, eres gay? - me preguntó y mis amigos me miraron fingiendo interés. Si, lo era. Y ellos lo sabían. Malditos traidores.
-Eh.. yo.. - no sabía que contestar, no era un secreto, pero solía ocultarlo de ciertas personas (como Luke, por ejemplo) porque odiaba ser el centro de atención.
¿Conocen el dicho "salvado por la campana"?, bueno, ¿"salvado por el destino" aplica?. Porque justo antes de tener que responder el recorrido terminó y todos empezaron a bajar. Incluyendola a ella.
-Ahora que sabe nuestro secreto tendremos que unirla al lado oscuro - dijo Jake detrás de mí, a lo que su hermano y yo reímos. Aunque Matt se sonrojó, y eso no pasó desapercibido por ninguno de los otros dos.
Me detuve un momento a pensar, y se que sonará extraño, pero me frene a observar a mis amigos. Los amaba. Primero estaba Jake, morocho, pelo negro y con barba de un par de días. Su espalda era ancha y medía bastante, lo que lo hacía destacar en varios deportes. Además con su media sonrisa y sus ojos color almendra enamoraba a casi todas las chicas, y aunque su fuerte no son los estudios es un chico muy inteligente.
Y por el otro lado estaba Matthew, o Matt, como le decíamos. Es muy parecido a su hermano con la diferencia de que su pelo es color arena y él es mucho más bajito, aunque sus facciones son más marcadas que las de su hermano y eso le hace tener cierto encanto.
Estos dos son como mis hermanos, hemos sido amigos desde los 10 años (Matt tenía 9) y tanto yo como mis padres los consideramos de la familia. Los quiero tanto como a mi hermano Mateo, que tiene 20 años y actualmente no vive en mi casa, pero sigo viendo regularmente.
Oh. Cierto. Hoy va a venir a verme.
Entre toda esa divagacion en mi cabeza llegué al curso, sin darme cuenta, inconscientemente había seguido a mis amigos. Dejamos las mochilas sobre nuestros sitios como de costumbre y salimos los tres hacia distintos lugares para aprovechar los minutos que quedaban antes del comienzo de la jornada. Jake fue hacia donde estaba Brianna, Matt se fue en dirección al comedor y yo hacía el baño.
Me adentré en ese lugar cautelosamente, ya que muchos estudiantes los usaban para hacer cosas indebidas o prohibidas. Al entrar y ver que todo estaba en orden me dirigí hacia uno de los cubículos a hacer mis necesidades. Mientras estaba en lo mío escuche claramente una voz indeseada entrando a los baños.
Maldición. Luke.
Nunca en mi vida había sentido ningún tipo de atracción hacia Jake o Matt, pero Luke había sido un caso opuesto. Durante la escuela primaria había estado enamorado de él, incluso éramos amigos, pero después pasamos al secundario y se convirtió en un idiota de primera, nos distanciamos y yo superé mis sentimientos. Desde entonces no habíamos estado nunca a solas ya que él siempre iba acompañado de sus monos amigos, así que nunca había tenido una oportunidad de hablar con él sobre nuestro distanciamiento.
Hasta ahora. Pensé mientras salía del cubículo y lo veía sólo, frente a el espejo, mirándose con cara de frustración. O incluso se podría decir.. agonía..
-Luke - dije suavemente, aunque de igual manera se sobresaltó al escucharme - ¿Está todo bien?.
Al verme detrás de él su postura se enderezó y su gesto cambió de tristeza a esa mirada de superioridad que llevaba ahora a todos lados. - Pero si es el pequeño Nate..
-Yo sólo quería saber como estabas.. pero viendo que estas mejor.. me voy.. - dije sin mirarlo y practicamente corriendo hacia la puerta, queria salir de ahí. Tenia un muy mal presentimiento, pero él fue más rápido y se paró impidiendome el paso e impidiendo que nadie más pueda entrar. Rayos, estaba solo en esto.
-Escuché tu conversación hoy en el colectivo, así que gay eh.. - dijo mientras agarraba un mechón de mi cabello y lo acomodaba. Me sentía intimidado, no sólo porque Luke era el clásico estereotipo de matón, si no también porque me sacaba una cabeza de altura y al menos 20 kilos de masa muscular.
- Si.. - dije casi en un susurro de voz, mientras miraba como moldeaba un costado de mi cara con su mano. Cerré mis ojos esperando un golpe o algún insulto de su parte, pero en vez de eso sentí como se agachaba y acercaba su cara a la mía..
Y me besó.¡Santo Batman, Luke Williams me está besando! Y por los dioses, esto se le de da muy bien.
Correspondí a su beso y me acercó mas a su cuerpo, seguimos así por varios segundos hasta que mi mente racional volvió a tomar el control y me separé de él.
-Dame una oportunidad.. quiero.. - pero no lo dejé terminar de hablar, lo esquive y salí de ahí de inmediato.
Talvez haya sido una reacción muy dramática pero el chico de verdad que me había tomado por sorpresa. No me hablaba hace años y de repente me besaba, ni siquiera sabía que era gay. Talvez sólo lo hizo para experimentar. Seguro.
-Ven, puedes sentarte conmigo... - escuché a lo lejos que Brianna le decia a alguien que estaba de espaldas. Pasé de prisa por ahí y sin querer lo choqué.
-Lo siento.. - me di la vuelta para disculparme como es debido pero me quedé mudo.
Ese pelo naranja.
Esas pecas.
Esos ojos avellana.
Su sonrisa cuando me habló.
-No pasa nada, un gusto, mi nombre es Drake. - me dijo extendiendo su mano hacia mí, la tomé para saludarlo aunque mi mente estaba en otro lado.
Drake.
ES EL CHICO DE MI SUEÑO.
¡ES EL MALDITO CHICO DE MI SUEÑO!.
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Do you know Nate? // ¿Conoces a Nate?.
RomanceNate es un chico simple, talvez tenga algunas cosas un poco extrañas como su odio hacia las rutinas o su necesidad constante de teñir su pelo, pero él es un chico normal. Y tiene las preocupaciones normales de un chico de su edad. Los estudios. La...