Cartas para un desconocido

Capitulo 1 "El inicio"

Durante una fría y callada noche de diciembre, la ¨huesuda¨ presenciaba con sus vacíos ojos la extinción de otra alma que ha infortunio de esta había llegado el fin de su existencia.

¿Pero quien podría detener a los caprichos de la huesuda? Así era como ellos la llamaban. Durante siglos la gente la había apodado de diferentes maneras. Ya saben, ¨la calaca¨, ¨La sin dientes, ¨La cargona¨, entre otros.. pero la ¨huesuda¨ eso era lo que mas escuchado en estos últimos tiempos. No entendía por que la gente mortal la llamaba de esa manera, y peor aun hasta nombre tenia. Catrina. No le desagradaba, al contrario. las almas en pena la llamaban ¨Catri¨ cada vez la miraban pasar. Lamentablemente solo era trabajo. El mundo sin ella no seria equilibrado, no seria nada.

Una alma mas. Listo, el siguiente. Recorrer el mundo todos los días y todas las noches era agotador. El acto, era su recompensa. Sus hermosas victimas, no tenia preferencias. Que si era generoso, o que si era caprichoso. Ella lo único que sabía era elegir y asechar, su único trabajo. No era nada personal.

Como olvidar ese día, todavía lo recordaba. Nublado y lluvioso. La gente salía de las casas a mirar el gran escándalo. Un asesinato. "¿Pero quién podría ser?" Se preguntaban las vecinas. Perjuraban ante el mundo que su pueblo era tranquilo y seguro. El pueblo de Creel era considerado patrimonio nacional de México. Turistas de diferentes partes del mundo venían a conocer Las Barrancas del Cobre, el teleférico, incluso la cultura indígena, pero jamás un asesinato.
Los mercaderes ya veían sus ventas abajo, "¡Bastardos! esto solo ahuyentara a la clientela", "¿por que no pensaron en hacer sus cochinadas en otra parte? Chingao".

Los policías rodeaban el perímetro, otros interrogan a los supuestos testigos y los que quedaban miraban a su alrededor.
Nadie vio nada, nadie sabe nada.
"¿No hay pistas?, Maldita sea." Gritaba el detective Enríquez al no encontrar respuesta. "Una mujer no muere así, como así" pensaba con frustración.
Se dirige al cadaver con cautela, sabe quien es, quien no lo sabría. Una mujer así, nunca se olvida.

Clavel Fiorel, la mujer que el quería.

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Había pasado dos noches sin dormir, el operativo en el cual lo habían asignado no le permitía ni siquiera tomar un respiro.

El comandante en jefe lo había mandado a investigar las desapariciones de varias mujeres dentro del país, al principio se pensaba que era una trata de blancas, pero después de una larga investigación se dedujo en algo mucho peor.

Alguien las estaba asesinando.

Cinco mujeres, cinco pobres almas habían sido arrebatas por un mismo hombre. ¿Como lo sabía?
Durante el reporte forense se había encontrado en las 5 mujeres la misma causa de muerte. Envenamiento. Al asesino le gustaba lo clásico.

Había tomado varías horas investigando a las víctimas, encontrado varías similitudes en todas ellas. Todas no tenían más de 28 a 30 años. Sus fotografías denotaban varias similitudes en todas ellas. Tez blanca, castañas  de cabello rizado, labios gruesos y en su mayoría casadas o comprometidas.
Los cuerpos eran siempre encontrados en lugares frecuentados. Un parque, Afueras de un cinema, a las orillas de una playa, afuera de un bar, en frente de una tienda de novias...

La última había sido encontrada en la capilla de una iglesia.

Tras aceptar la ayuda que pedía Mexico a Estados Unidos fue trasladado a su estado natal, Chihuahua. En donde se encontraba la penúltima víctima.
Larissa Franco había sido encontrada en frente de la casa de novias "pascualita" a tres días de desaparecida.
Su cuerpo había sido sentado en frente del ventanal en donde se encontraba el famoso maniquí de la gran ciudad. El asesino la había arreglado con un vestido satin y una caja de madera entre sus piernas donde contenía una nota.

"Pronto seré el único dueño de su corazón"

Enríquez no había entendido la nota hasta tres días después. Habían encontrado a una mujer muerta vestida de novia y su corazón destripado en la capilla de una iglesia situada en el pueblo de Creel.

Clavel Fiorel, ese era su nombre.

Ese era el mismo nombre de la mujer que él
había amado hace más de 10 años.

La misma que él había dejado.

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Bueno, estoy tan feliz!
Por fin me anime a terminar el primer capítulo, espero que les guste y lo disfruten al máximo.
Les mando muchos besos.

El siguiente sábado les enseñaré la foto de todas las mujeres... incluyendo a Clavel.