El lugar apestaba a miedo, humillación y angustia, pero lo que mas asusto a Alec fue el pánico. El pánico inundaba cada centímetro de aquel edificio y rodeaba a todo aquel que entrar. Alec sintió su garganta cerrarse y estuvo a punto de retroceder, pero la mano de su madre se poso en su espalda baja, insistiendo, y Alec entró.
Jaulas. Fue lo único que su visión logro captar de la gran habitación. Jaulas. Hileras de jaulas del tamaño humano se apoyaron contra la pared izquierda. Algunas personas pasaban caminando frente ellas, observando con atención y fascinación. Alec contuvo el vomito. Todo esto le recordaba mucho a algo y aquello le hacia sentir algo desagradable.
Zoológico. Un Zoológico humano.
Su padre lo tomo del brazo, notando que se había detenido y lo empujo hacia adelante. Alec fue detenido por sus padres delante de la primer jaula y el corazón casi se le escapa del pecho ante un rápido vistazo. Sigue caminando, con los hombros tensos y el rostro impasible, pero la imágen de aquel hombre desconocido, atado a uno de los barrotes y rodeado de sangre, sigue en su mente.
Alec aspira con fuerza y, en ese momento, una nueva oleada de olores le llega. Su estómago se revuelve y siente nuevas ganas de vomitar, pero logra captar algo, un olor más.
Un olor que no le hace querer vomitar, ni le disgusta. Incluso se podría decir que resalta por sobre todos. Alec se detiene, atónito.
No ahora, súplica para sus adentros.
El olor es delicioso, hace que todo su cuerpo reaccione. Huele a hierva fresca, a chocolate y a algo más, pero Alec no puede reconocer de que se trata.
Se detiene en la última de las jaulas, sabiendon que es de allí de donde proviene.
Es un chico. Un adolescente, como el. Tiene el cabello negro azabache y la piel tostada, aunque, Alec piensa, probablemente no ha visto el sol en años. No puede ver sus ojos, ya que mantiene la cabeza agachada, pero Alce ve las cicatrices. Algunas nuevas, otras viejas. Algunas sangran a montones, otras no.
Alec se horroriza hasta tal punto de no poder pensar en otra cosa que arrancar los barrotes frente a el y sostenes a aquel débil omega entre sus brazos, abrazandolo, protegiendolo.
--¿Te gusta éste, chico?--un empleado se acerca a el, al igual que sus padres.
--Parece haber pasado por mucho--le advierte Mayrise a Alec.
Pero el ya puede imaginarlo, puede imaginar tan bien a Alfas lastimando a aquel precioso omega que por un momento ve todo color rojo y las ganas de asesinar laten en su pecho.
Se detiene y cierra sus puños con fuerza, ocultando sus garras; estar en la carcel no ayudaría en nada al omega.
--Cinco millones--dice al vendedor, suave, pero tan cortante como un cuchillo.
El vendedor ríe.
--¡Oh, niño!--le dice, palpándole la espalda--. Éste omega vale mucho más que eso--Maryse alza ambas cejas y el vendedor continua, algo nervioso;--. Es totalmente sumiso, jamas te responderá. Hará lo que tu le digas con tal de solo pedirlo...
--Suena estupendo--dice Robert--. No tendremos ningún problema con el.
En la jaula, el omega se mueve. Es un movimiento leve, casi imperceptible, pero Alec, atento al chico, puede captarlo. Parece estar llorando. El corazón de Alec se hunde un poco mas.
--15 millones--ofrece, desesperado.
Necesita al omega, como al aire para respirar, por que es su omega, su Mate. Y el echo de que se encuentre en una jaula, atado y lastimado, sin poder hablar por miedo a que vuelvan a dañarlo, con traumas tanto psicológicos como físicos, no ayuda mucho a controlar su temperamento. No ayuda en nada, en realidad.
Alec quiere desagarrar la garganta del hombre frente a el, aquel que encarcelo a su omega y lo exhibe como si se tratara de una exótica criatura en un zoológico. Aquel que lo ato con cadenas a los barrotes de la jaula, a pesar de que el chico esta tan destruido, en todos los sentidos, como para intentar escapar. Aquel que lo entrego a múltiples Alfas sin siquiera preocuparse si lo trataban bien. Por que es un simple Omega y no vale nada.
--Todo tuyo--finaliza el vendedor, extendiendo una mano y mostrando sus podridos y amarillos dientes al sonreír.
Holaaa
Hace mucho tiempo pregunte en una de mis historias si querían un fanfic y muchos me contestaron que si, uno de Malec. Esto fue hace ya mucho tiempo; no pude hacerlo antes ya que estaba terminando otros dos, pero, finalmente, aqui esta.
Espero que les guste mucho.
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Vendido (Malec omegaverse)
FanfictionCuando Alec cumple dieciocho, sus padres creen que ya esta listo para ir a la casa de subastas a recoger un omega. Alec, que ah escuchado sobre ese horrible lugar de la boca de su hermano Jace, no esta tan seguro.