Parte 1

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Nota. Todos los personajes de la historia son propiedad de Rumiko Takashi ©.

Nuestra historia comienza, como toda las típicas mañanas en la casa y dojo de la familia Saotome.

Akane. Ranma, devuelve mis apuntes en este momento.

Ranma. No quiero, permíteme copiar solo este apartado. No ves que otra vez el odioso de Kuno me ataco en plena clase y me obligo a salir del salón.

Akane. Y eso a mí que, ya te dije que necesito eso para estudiar.

Genma, Ranma, ya deja en paz a Akane, no quiero que vayan a romper de nuevo, las paredes de la casa o del Dojo.

Soun. Y tu Akane, si solo quiere copiar una parte de tus apuntes, porque no lo dejas.

Akane. Ni loca y ya dejen de meterse en mis asuntos.

Ranma. Ven se los dije, es una maldita histérica. Parece una bestia.

Akane. Yo no soy, ninguna bestia.

Y con una fuerza increíble, levanta la mesa y se la tira hacia Ranma, que no logra esquivarla y no solo eso, que fue tal la fuerza que aplico que hizo que rompieran varias paredes de la casa y del dojo.

Nabiki. Que fue todo ese ruido, o vaya. Iré a decirles a papá y al tío Genma.

Y así fue, como los dos fueron sancionados, por los dos adultos. Pero la cosa no paro haya.

Kasumi. Chicos, la comida ya está lista.

Kasumi (pensamiento). Listo, ya me cansé.

Kasumi. Ranma y Akane, vengan acá.

Ranma. Que quieres Kasu...mi?

Akane. Qué pasa hermana.

Ranma. Akane, hicimos algo tan malo, como para que Kasumi, parezca un demonio.

Akane. No me preguntes a mí, estoy segura que tú eres el culpable de todo.

Y fue así que frente a todos, sucedió.

Kasumi. Bueno, como saben la casa, ha sufrido ya varios daños, por sus constantes peleas. Así que yo voy a tomar cartas en el asunto. Akane, Ranma

Ambos. Siéntense y vean hacia el frente.

Ranma. ¿Qué nos hará?

Akane. No sé, la última vez que la hice enfadar mucho tenía 5 años y no me gusto lo que me hizo y lo peor. Mi papá, estuvo de acuerdo.

Y con un simple toque en cierto punto vital, durante 5 segundos, sucedió lo inevitable.

Kasumi. Listo, ya acabé, su castigo empieza ahora.

Ranma. No siento, nada extraño.

Akane. Ni yo.

Kasumi. Claro, que les hice algo; pero fue a sus puntos de energía vital que controlan la fuerza.

Ambos. ¡¿Qué?!

Kasumi. Traten de levantar, algo que saben que es fácil para ustedes, como, ya se la mesa.

Ranma. Será fácil. MMMMMM, no puedo. Me pesa demasiado la mesa.

Akane. Es broma, verdad? No puedo y apenas puedo moverla.

Kasumi. Así es, durante 2 semanas les voy a dejar su fuerza reducida a la de un niño de 5 años.

Ranma. Pero y sí nos atacan durante las clases?

Kasumi. No se preocupen, yo me encargare de todo. Pero adicional a su castigo, tomen y tomen.

Akane. ¿Qué nos hiciste?

Kasumi. Les quite el control de sus esfínteres, ahora no sabrán cuando tengan ganas de ir al baño. Miren a Ranma, por ejemplo.

Ranma. ¿Qué es ese olor?

Akane. No, hermana. Dame una oportunidad, sí?

Kasumi. No.

Y de un jalón, agarro a Akane y a Ranma, los llevo a su recámara y fue ella misma quien decidió, vestirlos a su gusto.

Pero lo mejor o peor de todo, fue que a ambos los puso en pañales y les dio una buena cantidad de nalgadas.

Así fue, como a partir de ese momento, les pasaron cada eventos tan desafortunados a los dos durante las siguientes semanas.


El Castigo de Ranma y AkaneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora