Prólogo

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La nada

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La nada. 

Un lugar dónde se decide tu futuro, si mueres o continuas con vida. Adornado con neblina densa y oscura. Adornaban plumas blancas, un espacio sin inicio, sin fin. Definido con tus acciones. 

Las plumas largas y suaves danzaban con el ligero viento que se percibía, demonios y ángeles podían observar a quién vagara en ese espacio. No existía el tiempo tampoco. 

  — Una vez que alguien ha negado su fe, es imposible que atraviese las puertas del cielo.- La tranquilidad del lugar se vio interrumpida por una voz en eco, gruesa y firme. Al medio de la nada se  encontraba un pequeño, envuelto entre una manta a tono rojizo oscuro, se encontraba desnudo completamente; recostado entre las suaves plumas blanquecinas y con los ojos cerrados. La interrupción de dicha voz lo promovió en abrir los ojos y observar a su izquierda buscando el dueño de dicha voz. 

  — Acaso, ¿Alguien que creyera en Dios te invocaría?- Concluyó aquel pequeño de doce años que descansaba en ese sitio. Muy pequeño para pensar y actuar como un adulto, siendo que esos muchas veces no eran muy maduros, pero era su realidad. Parado sobre una rama de árbol quemado, se encontraba un cuervo. Un cuervo con plumas brillantes y suaves, largas y pomposas, era sin duda alguna, diferente al resto. Unas risas escandalosas y a su vez tenebrosas retumbaron en el eco. 

  — Entonces te lo preguntaré otra vez.- Completaron después de las carcajadas. — ¿Deseas firmar un contrato?- 

  — Ya basta.- Recalcó el diminuto cuerpo con voz más alta de su tono, estaba gritándole. — Da forma al contrato y cumple mi deseo.- Demandó una vez más, estaba ordenando. Las plumas detuvieron su curso, cómo si de una cámara lenta se tratase. Era irreal. El panorama cambió por plumas oscuras y lo que se definía por paisaje no lo era. Un hombre en traje oscuro, con cabellos largos, ojos rojos y distintivos guantes blancos, apareció. Un Mayordomo, eso era.

Kuroshitsuji: El mayordomo oscuro.  JUNHWAN (Adaptación).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora