•Pink•

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El caminaba por la acera, realmente no sabia donde iría, no tenia un rumbo para su vida y creía nunca poder encontrar algo con lo cual poder aferrarse a la idea de vivir, pero ahi estaba el...viviendo un día mas de su vida.

Park Jimin no era específicamente el mas aplicado en sus clases, tampoco era el hijo perfecto. Ciertamente había suspendido unos cuantos exámenes importantes y su madre estaba alterada, le recalcaba a este día y noche su poca capacidad para las cosas, haciéndolo sentir miserable, porque Jimin creía que no servia para absolutamente nada.

Muchas veces había estado imaginando el día de su muerte como algo bonito, digno de admirar. Pensaba que aquel día todo el dolor se esfumaría, entonces el seria feliz...

Pero había una pequeña esperanza en su día a día que hacia al pequeño seguir de pie, y era aquel pelinegro, su mejor amigo.

Porque Jimin se había enamorado de el en el primer día, tan solo ver su sonrisa de conejo bastó para que cayera rendido a sus pies, lo amaba. Realmente lo hacia, pero sus padres eran totalmente homofobicos, aún recordaba aquel verano donde confesó estar enamorado de un chico, de una persona de su mismo sexo. Y en aquel momento Jimin recibió la bofetada de su vida.

Lo habían tratado como tal mierda, que ese mismo día había planeado terminar con su vida, pero nuevamente ahi estaba su mejor amigo, Salvándolo... 

Caminaba sin un rumbo aparente, todo estaba perdido. Su mejor amigo le había confesado ese mismo día que una chica lo traía loco, entonces se dio cuenta que el único loco era el, Jimin estaba loco por amar a su mejor amigo, por creer que el también seria Homosexual, cuan equivocado estaba.

Y El se sentía enfermo, sentía que estaba perdiendo la poca cordura que aun le quedaba, sentía que fallecería en cualquier instante, el dolor en su pecho estaba ahi , intacto. Nada lograba calmarlo e incluso pensaba que si la muerte viniera por el en aquel momento tampoco lo dejaría descansar en paz.

Volvió a caminar sin rumbo aparente, hasta que llegó a una peluquería un tanto peculiar, le gustaba su estética y es por eso que decidió que necesitaba un cambio, entro al lugar mas que decidido y pidió que tiñeran su cabello de Rosa, le gustaba demasiado.

Había leído mas de una vez que las personas antes de terminar con su vida, hacían un cambio drástico en esta. Para sentirse diferentes, para experimentar una ultima locura. Entonces lo hizo, salió a la acera con su nuevo cabello rosa, no podia parar de pensar en que se veía como un tierno algodón de azúcar, le gustaba.
Siempre había sido un chico frío y por lo tal llevaba siempre un color oscuro en su cabello, quería aparentar ser fuerte, pero ciertamente no lo era. Y aquel rosa en su cabello lo hacia sentirse un tanto especial, sabia que Su mejor amigo amaba el color rosa.

Con una sonrisa resplandeciente, paro en una tienda a por unos cigarrillos, también una gran botella de su bebida favorita, Vodka.

Las personas en el recinto lo miraban impresionados, un tierno chiquillo de cabello rosa no era de  esperarse que comprara tales cosas, luego de abonar sus cosas y meterlas en una bolsa plástica,  decidió que era hora de seguir con su plan.
Entonces su recorrido termino en la farmacia mas cercana en la ciudad, y pidió con su receta medica un frasco de antidepresivos, los cuales el medico le habría recetado en su ultima visita al hospital.

Con sus cosas ya listas, decidió emprender camino a su ultima parada, la escuela de danza. Allí había conocido a su mejor amigo, a su primer amor, allí había conocido a Jeon Jungkook.

Su primer paso fue abrir la cajetilla de cigarrillos, amaba fumar. Eso le hacia sentirse un paso mas cerca de la muerte, y eso a Jimin le fascinaba.
Al terminar el 5to cigarrillo fue cuando decidió abrir la botella de su preciado Vodka, y entonces su celular resonó en sus bolsillos. Se trataba de una llamada de su mejor amigo.

Al ver su nombre en el aparato, lagrimas comenzaron a escurrir de sus pequeños ojos, tomo el movil y lo tiro con fuerzas. Este impacto en el suelo rompiendo su pantalla en mil pedazos...y entonces el ruido molesto de aquella llamada, paró.

  Un trago no fue suficiente para Jimin, siguió con su plan hasta llegar a la mitad de la botella. Y entonces...decidió que ya era hora.

Tomo en sus pequeñas manos el frasco de antidepresivos y río. Una sonora carcajada salió de su boca, porque había soñado tanto con aquel momento que se le hacia hasta gracioso, rio porque al fin dejaría todo el dolor atrás. Dejaría de ser una molestia para sus padres, e incluso dejaría de ser una molestia para su mejor amigo.

Abrió el frasco, sacando unas cuantas píldoras en sus manos, algunas cayeron al suelo ya que eran demasiadas. Pero entonces Jimin sonrió aun mas, con lagrimas en sus ojos sonrió porque incluso en sus últimos momentos, estaba pensando en Jeon e imaginando una vida a su lado. Y las tomó

Ingirió cada píldora hasta sentir la necesidad de dejarlo, tomo cada trago de su botella como quien da su ultimo respiro. Y se desvaneció.

Pero entonces un grito se hoyó a lo lejos, y un desesperado Jungkook junto a una ambulancia hizo presencia, lagrimas caían del rostro del pelinegro, y al tomar a Jimin en brazos, acaricio su cabello Rosado.

Jungkook se sentía fatal, estaba allí, perdiendo a su mejor amigo y no podría hacer mucho mas por el.
Rápidamente la ambulancia lo llevo hasta el hospital mas cercano, notificaron a la familia del pelirosado por su intento de suicidio. Y el pequeño entro en estado de coma.

Habían pasado los meses, Jimin no habría despertado. Jungkook lo visitaba cada día, con una historia distinta que compartirle al adorable Jimin que descansaba en ese horrendo lugar conectado a todas esas maquinas que lo atormentaban.

-Perdóname...perdóname pequeño por no haber estado allí antes, perdóname por no haberte dicho antes...lo cuanto que te amaba, perdóname por darme cuenta tarde...que realmente eras el amor de mi vida- Jungkook sollozaba en una de esas tantas visitas constantes al hospital, y tomaba la mano del pequeño, mientras acariciaba su cabello y sonreía débilmente. Porque a pesar de estar en aquel estado, Jungkook sonreía para su amado, para su mejor amigo.

-Te perdono...- Una débil y aguda voz se hoyo en la habitación, entonces Jungkook levanto su mirada, encontrándose con los bellos ojos de Jimin, quien sonreía débilmente.

-J-Jimin...- El pelinegro no podia comprender la situación, su amor había...despertado.

Y allí mismo lo besó, Jungkook beso a Jimin como si esa fuera su razón de respirar, porque así lo sentía...Jungkook sentía que si Jimin lo dejaba, el moriría.

Entonces comprendió que aquel pelirosado era su razón de vivir, y que no podia dejarlo ir.

Y Jimin comprendió, que ahora tendría una nueva razón para aferrarse a la vida. 

🌸 Miiksy 🌸

🌸 Miiksy 🌸

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Pink  ~ 🐥KookMin🐥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora