Mi ultima parada

Mi anterior vida

Eran las 7:00PM, todo andaba de maravilla en mi hogar con mi madre. Siempre estaba ayudando con los deberes de la casa.  Yo para ese tiempo tenía 16 años y ella recién cumplía los 45. Ella siempre leía estas novelas ligeras de amor, pero nunca me importó y yo estaba metido en mis videojuegos. Pero cuando ella me sacaba de casa para irnos a ver el mundo siempre disfrutaba. Pero esa mañana sentí un escalofrío que corría por mis piernas pero no le presté atención. Me lave la boca, me cambie la ropa y me fui a la cocina, donde mi madre estaba. Ella habia preparado la comida hace media hora, asi que me la habia guardado en la nevera. Saque la comida y la calente en el microhondas. Me siento en la mesa de la sala con mi madre y empiezo a comer. Ella me pregunta si queria irme con ella a caminar, yo le conteste con un "Claro". Estábamos por salir para la plaza que estaba a 15 minutos a pie. Salimos de casa y me dio otro escalofrío, pero esta ves en todo el cuerpo, pero igual seguimos. Llegamos hasta la salida del residencial y nos interceptaron unos ladrones armados. Uno tenía una máscara de zebra y el otro tenia un abrigo con capucha. Pude notar que el de la capucha tenía unos ojos verdes neón y eran inusuales. Nos apuntaron con dos pistolas y el sujeto que tenia la máscara se acerca a mi y me apunta con el arma. En un ataque de panico me lanze sobre el sujeto y empezé a hacer fueza con él para quitarle el arma. Mientras yo estaba peleando con el bandido enmascarado, escuché un disparo. Cuando me volteo a ver de donde vino el disparo, veo caer a mi madre y noto que el de los ojos de neon fue el que le disparo. Mi mente se fue en blanco y lo unico que me vino a la mente fue correr a socorrerla y la cogí a mis brazos. Noto que el tipo estaba sonriendo y murmuro algo que no entendí y me apunta con el arma en la frente. Pero se detuvo y me dice: "Nos volveremos a ver amigo". Él desaparece en la oscuridad con su compañero. Mi madre, mirándome a los ojos y con una sonrisa me dice: "hijo te quiero mucho y no llores por mi partida". Esas fueron sus últimas palabras antes de que cerrará sus ojos. La sostuve en mis brazos con fuerza y con lagrimas en mis ojos. Desde ese día juré que no iba a morir sin antes darle su merecido a ese muchacho.