Walter WarloW
Están aquí
Mi nombre es Ulises y soy empleado de la empresa Chamical; me imagino que conocen esta empresa. Es la encargada de enviar satélites artificiales al espacio desde suelo argentino. Muchos piensan que la estación espacial está cerrada pero la verdad es que sigue funcionando secretamente. Yo soy ingeniero en electrónica y estamos planificando y desarrollando naves espaciales que nos permitan poblar en forma permanente la luna. Dirán que es mentira, dirán que estoy loco, solo en un cuento puedo decir la verdad sin molestar a quienes me vigilan. Si estas leyendo este cuento seguramente también estas siendo vigilado.
- Ulises, ¿qué haces en la computadora? ¿No tendrías que estar armando el equipo de comunicaciones que usará el ARPAC 1?
- Sí, pero aun no llegan lo repuestos y pensé escribir un cuento en mi tiempo libre. No hay nada que pueda hacer sin esos repuestos. De todas formas estamos bien con los tiempos, todo estará terminado enero del 2020. Pero sigo con algunas dudas jefe, no entiendo la misión que tendrá esta nave.
- Ulises, no nos pagan por preguntar, nos pagan por cumplir con los compromisos asumidos. Sin embargo, te puedo decir que la nave estará orbitando la Tierra vigilando algo, no sé qué o a quien.
- Sería bueno saber algo más sobre este asunto, nos ayudaría a mejorar las características de la nave. Pero bueno, mejor me pongo a hacer algo productivo.
La verdad es que estaba más interesado en descubrir la verdad que en terminar el sistema de comunicaciones. Soy muy curioso y aunque soy un empleado del Estado nacional trato constantemente de mejorar, tengo algo a favor, en mi trabajo actual hay muchos incentivos, no económicos pero si técnicos y personales. Al día siguiente decidí investigar por mi cuenta y revisé los archivos privados de la misión, claro, allí no encontré nada extraño.
Si hay algo que caracteriza a los argentinos es la capacidad para buscar soluciones simples a cuestiones complejas. Yo tenía buena relación con todos los empleados del Centro Espacial por lo que fue fácil preguntar y hallar las respuestas necesarias. La respuesta estaba en la persona menos pensada, en Juan, era parte del personal de limpieza del sector C6 –esta es la zona se dedica a la planificación de las misiones-.
- Juan, hace ya muchos años que nos conocemos, es interesante trabajar en proyectos secretos, uno se siente distinto a los demás, como parte de una gran organización que hace cosas que nadie puede imaginar.
- Yo trabajo haciendo lo que hago en casa, limpiar; mi trabajo no tiene nada de especial
- Juan, tu trabajo en sí mismo no es especial pero lo realizas en un lugar único, alguien pensó que eras la persona indicada para ocupar ese puesto, hay poca gente contratada en la planta espacial. Eres un privilegiado, me gustaría saber cuál es la misión de la nave en la que trabajo.
- Me imaginaba que venías a pedir algo; te puedo contar algunos detalles pero si alguien se entera me despiden. Escuche que es una nave para espionaje-
- ¿Pero a quién desean espiar? Para espiar a las personas no son necesarios los satélites. Dice Ulises.
- No, yo solo limpio.
Yo me aleje de Juan y simplemente intente adivinar a quien o a quienes deseaban investigar, la cosa no era sencilla, inmediatamente recordaba todas las películas que trataban sobre este asunto. De pronto sentí una extraña sensación, comencé a sospechar que tal vez alguien me estuviera investigando a mí, tal vez mi móvil ya no es un elemento seguro de comunicación. Que decir de mis mails, Face, etc., acaso ¿algo es seguro?
Al mirar a mi alrededor todo parecía normal, al menos normal considerando el lugar y en las condiciones que estaba trabajando. Fuera de mi trabajo mi vida era completamente normal, y normal era la gente que me rodeaba. ¿Y si alguna de esa gente fuera agente encubierto? Por un momento sentí que podría estar volviéndome paranoico, no hay razón para suponer que mi vida merece ser investigada. De pronto pensé que mis preguntas y mi búsqueda de información pudieron enojar a alguien. ¡Pero si nada había ocurrido, nada ha cambiado!
Ese día termino y con el mis preocupaciones, fui a dormir a mi departamento dentro del predio de la Estación Espacial esperando que el nuevo día despejara mis dudas. Era viernes y el sábado por la mañana quedábamos libres hasta el lunes a las 18hs donde debíamos retornar a la actividad. Mi familia vivía a unos 150 kilómetros de la base, en un pequeño pueblo de la provincia de la La Rioja. El pueblo era agradable, tranquilo y aburrido; era el lugar ideal para criar a los hijos aunque yo no tenía ninguno.
Por fin era sábado y ya estaba en mi casa, mis padres no estaban pero mi hermana si, me gustaban sus meriendas llenas de colores y olores, era perfecta en la cocina. Mientras hablaba, note que ella estaba algo nerviosa y por momentos pensativa. Al consultarle por su estado solo indico que una amiga de ella había desaparecido del pueblo, su marido Andrés era ingeniero, trabaja en el sector de propulsión de la Estación. Ahora las cosas ya no parecían tan normales, era raro que una persona desparezca en el pueblo, mucho más raro que justamente resulte ser la esposa de un empleado de la Estación. Decidí localizar a Andrés y tratar de ayudarlo en lo que pudiera, la verdad es que yo estaba interesado en saber qué pasaba, no tanto en ayudarlo.
Mi fin de semana no tuvo nada de extraordinario, una más entre otros, pero deseaba llegar nuevamente a mi trabajo para continuar averiguando. El día llego, ya estaba en mis ocupaciones laborales tratando de buscar el momento para salir hacia el sector de propulsión. Ese lunes resulto imposible, pero el martes, luego de almorzar, acudí a al sector mencionado y logre ubicar a Andrés. Logre hablar unos minutos, pero Andrés solo se limitó a decir que no podía hablar y que estaba vigilado las 24hs. Me pedio que me retire, pero note que al saludarlo con un abrazo metió un papel en el bolsillo de mi guardapolvos azul. Yo me retire y no intente leer la nota hasta estar en un lugar seguro.
Por la noche, en la soledad de mi habitación, saque la nota del bolsillo de mi guardapolvo y la leí con sorpresa. La nota decía: "Ya están aquí, 236". La nota no tenía ningún sentido para mí aunque sabía que el sentido del número. En la estación teníamos gavetas cerca de nuestros lugares de trabajo porque los dormitorios estaban muy alejados, en esas gavetas podíamos guardar casi cualquier cosa pues eran muy espaciosas. Pero el numero 236 correspondía al sector de energía, tuve que esperar hasta el miércoles para poder descubrir algo.
Esa noche no pude dormir intentando dar explicaciones lógicas a lo que estaba sucediendo, pero nada tenía sentido. ¿Quiénes estaban aquí? ¿Por qué no podía hablar? ¿Quién y porque lo estaban vigilando? Pero la pregunta que más me preocupaba era, ¿qué relación hay entre la desaparición de la esposa de Andrés con su negativa a hablar? La verdad es que estaba sintiendo cierto temor.
El miércoles, luego de almorzar, me escabullí hasta la gaveta, no voy a detallar como legué pero puedo asegurar que fue muy complicado. Mi pase me habilita para estar en casi cualquier sector, el problema está en que todos sabrían que estoy en un sector que no corresponde con mis funciones. Antes no me habría importado, pero antes nadie me vigilaba, ahora la situación era otra.
Por fin estaba en la gaveta, localice la 236, para mi sorpresa no estaba cerrada con llave. Al abrirla me aterrorice, había fotos mías, de mi familia, de mis amigos, etc. Note una foto muy rara, parecía el fondo de mi casa en el pueblo, en ella había una figura no humana. La figura era antropomórfica pero definitivamente no humana. Detrás de la foto había una nota: "Están aquí, todas las fotos son para usted. Si habla, todo lo que ama desaparecerá inesperadamente".
A partir de ese momento solo calle y comencé a vivir una vida completamente normal.
Walter WarloW
Mar del Plata, 20 de octubre de 2013
YOU ARE READING
Están aquí
General FictionSe te gustan las historias de complots y encubrimientos gubernamentales ésta historia es para vos. El relato sucedo en el Chamical, un centro espacial ubicado en la República Argentina donde detrás de una operación encubierta se esconde un secreto m...