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"You only ever touch me in the dark.

Only if we're drinking can you see my spark"

Una semana después.

La fiesta "sorpresa" que los chicos me habían preparado empezaba justo en 15 minutos. Zayn se estaba encargando de entretenerme mientras toda la gente llegaba a mi casa. Era divertido verlos creer que no sabía.

-Zayn, quiero ir ya a mi casa, ¿puedes apurarte? - pregunté fastidiado, recostado en la cama de Zayn lanzando una pelotita roja de arriba a abajo.

-¿Puedes ser un poco más paciente? No sé que ponerme... -Mintió.  Llevaba puesta la misma ropa que hacía media hora y no planeaba cambiarse.

-Okay, entonces me voy a dormir un rato...-

-¡No! Va a ser imposible despertarte. -suspiré frustrado y rodé los ojos hasta que nuestras miradas chocaron.

-¿Qué cara de sorpresa te gusta más?- me miró con el ceño fruncido -¿Esta? - abrí la boca y alcé las cejas -¿O esta? - hice lo mismo pero colocando ahora mis manos encima de mi boca abierta.

-¡Mierda! ¿Lo sabes?

-Son bastante obvios...

-¡Eres un cabrón!

-Tranquilo Zayn, te prometo hacerme el sorprendido...

Digamos que la fiesta era como cualquier otra. Gente ebria por todos lados, personas poniendole en cada esquina, un poco de drogas "disimuladas" y claro, música a todo volumen. Mis padres habían hablado con Zayn y los chicos para organizar la fiesta y ahora estaban en un bar con los papás de Liam.

Decir que yo estaba ebrio era un entendimiento. Yo aún estaba bastante consciente. Veía doble y se me resbalaban las palabras, pero nada más.

Zayn y Louis ya estaban en el suelo y Harry se tambaleaba de aquí para allá con su novia sosteniendolo.

Liam no estaba por ningún lado...

Claro, lo había visto antes en la cocina bebiendo como un loco alcohólico, pero después desapareció.

Mi parte enamorada de él -o sea, todo yo- comenzó a preocuparse.  Así que me decidí a buscarlo por toda mi casa.

Cocina, sala, jardín, alberca, cocina de nuevo y nada. Suspiré frustrado y abrí la puerta del último baño de la parte baja de mi casa y había una pareja teniendo relaciones justo encima del labavo. Solté una risita.

-Oops... Lo siento -Volví a reír y les guiñé el ojo. Me miraron con cara de pocos amigos y cerré la puerta dándole el último trago a mi bebida.

Solté el vaso rojo de plastico, dejandolo caer al piso y volví a caminar entre la gente hasta llegar a las escaleras.

Tambaleandome, comencé a subirlas sin olvidar mi propósito: Encontrar a Liam.

Abrí cada puerta de la parte superior de mi casa sin tener resultado, llegué a mi habitación y abrí la puerta de par en par. Aclaré mi vista borrosa y pude ver a Liam sentado en la silla negra que estaba frente a mi pc, con una botella de ron medio llena.

-¿Liam?

-Te estaba esperando... - claramente estaba tomado por la manera en la que su voz se resbalaba. Miró por encima de mi hombro y sonrió -La puerta, Ni... - instintivamente cerré la puerta de un azotón y caminé torpemente hacia Liam. La única luz que apenas nos iluminaba, era la de la gran luna brillante que entraba por mi ventana.

Lies.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora