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One-shot dedicado a Stranger_Shadow porque de ella surgió mi inspiración, ah ♥

Mención de KiriKami y TodoBaku.

★★★

[...]

—Vamos, ¡alegrad esas caras! —exclamaba Ashido haciendo un puchero al notar el mal ambiente que se había formado.

El día de San Valentín no había sido tan bueno.

Sero había estado deprimido porque absolutamente nadie le había dado algún chocolate, Bakugou había discutido con el bastardo de Todoroki, y Kirishima y Kaminari, además de tampoco recibir nada de nadie, habían tenido una pequeña riña y malentendido de celos.

Por eso, Ashido los había reunido en contra de su voluntad en su habitación.

Había hecho de todo para traerlos y juntarlos hasta solucionar esas caras tan deprimentes; definitivamente, no le gustaba verlos así.

—¿Por qué nos has traído? —inquirió Sero con cansancio.

—Quiero irme a cenar —se quejó Denki evitando mirar a Eijirou.

—Puedes pedírselo a Uraraka y comer mochi con ella —comentó Kirishima mirando hacia otro lado con una leve y triste sonrisa.

—¡Oye, que ya te dije que me gusta como amiga! —exclamó Kaminari reclamando la mirada del pelirrojo.

—¡Suficiente! —interrumpió Mina tratando de sonar bastante enfadada.

Lo siguiente que vieron fue cómo la joven de cabello rosa se levantaba, se dirigía hacia el armario que tenía y lo abría mientras rebuscaba algo dentro.

Los chicos intercambiaron miradas con bastantes dudas al respecto, hasta que Mina se giró con una sonrisa y un leve rubor en sus mejillas.

—¡Aquí están! —exclamó mostrando cuatro pequeñas bolsas llenas de galletitas de chocolate.

Lo primero que pensaron fue que aquello era el típico chocolate comprado por cumplir, pero resultaba que no. Cuando les fue entregando a cada uno una respectiva bolsa, se percataron de cierto detalle.

—¿Esto… —comenzó Kirishima abriendo los ojos sorprendido.

—… lo has hecho tú? —completó Kaminari igual de atónito.

En cada bolsa había exactamente cinco galletas de chocolate caseras.

¿Cómo lo sabían? Fácil. Cada galleta tenía dibujado con chocolate el rostro de cada uno de los chicos que estaban ahí presente.

No eran las galletas perfectas ni mucho menos. La verdad era que, sinceramente, no tenían el mejor de los aspectos. Tampoco estaban demasiado buenas y, quizás, estaban un poco quemadas.

Pero aquello era lo de menos; lo que de verdad importaba era que Ashido las había hecho.

A pesar de que se le habían quemado varias veces y había tenido que repetirlas más de tres veces porque quedaban realmente horribles, no se había rendido hasta conseguirlo y se había quedado hasta la madrugada haciéndolas.

—Sé que no son lo mejor, pero… —comenzó con una sonrisa nerviosa y sin saber cómo reaccionarían sus amigos—. ¡Solo alegrad esa cara y veamos una película juntos! —finalizó cerrando los ojos y levantando un puño cerrado.

Se comenzó a preocupar al notar que no había respuesta por parte del resto. Abrió los ojos con ciertas dudas y pudo ver cómo todos se mantenían cabizbajos y ocultando sus rostros.

¿Qué importa? [Boku no Hero Academia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora