Sakura no seikatsu

Oscuro

La cabeza le daba vueltas. Sentía las manos y los pies hinchados, sus ojos ardían. "No tengo tiempo para eso" se repetía una y otra vez cuando las ganas de acostarse en su oscura habitación tomaban fuerza.

Había pasado un mes desde lo ocurrido. No lograba descansar desde ese momento. Ella no sentía lo mismo que antes, todos creían que volvería a ser la misma con el tiempo pero algo se había roto. 

Tenía miedo de volverse loca o de terminar siendo como sus colegas.  Dependientes de algún fármaco, adicto a la adrenalina, alcohólica. Temía equivocarse mientras realizaba una cirugía y es por ello que se encontraba de licencia. Por temor a matar, por el cansancio y por la impresión que le causaba ver sangre... Que era irremediablemente un nexo inmediato con los recuerdos más horribles de su vida. Un recordatorio de la muerte de su mejor amiga y de muchos compañeros.

Suspiro y detuvo sus pasos delante de una puerta verde. Las flores decoraban el jardín delantero en toda su extensión. La pared estaba recubierta por una enorme enredadera de flores violetas. Era una hermosa casa... "Era".

Cerro los puños con fuerza. Su casa antes se encontraba igual de cuidada. Antes de eso "su casa era hermosa".

"No puedo"

Respiró

"No quiero"

Un nudo se formo en su estomagó. La respiración se transformo en una más errática y un parpadeo dio paso a un torrente de lagrimas.

Debía huir. Comenzó con dos pasos atrás pero su cuerpo no reaccionaba con su propia habilidad ninja. Sentía el cuerpo frío, la cabeza a punto de explotarle y fue peor cuando la puerta se abrió.

Se apresuro hacía atrás por la impresión. 

Todo fue en cámara lenta. Vió como su cabello se mecía al girar y su rostro tan familiar la hacía frenar su respiración... Su amiga

¡Ino!

La mujer se dió vuelta inmediatamente. Y Sakura pensó que sus piernas no soportarían su peso. 

- ¿Disculpa? Te haz equivocado, querida - hablo la mujer mirando a la pelirosa con pena. La joven parecía a punto de desmayarse y eso la preocupo. - Oye ¿Te encuentras bien?. 

"Ino" volvía a repetir su cerebro una y otra vez pero ella sabía, su corazón y los hechos que era imposible. Más el parecido era tal. Su cabello lacio y rubio, sus ojos celestes, tan claros y brillantes. 

- Será mejor que llame a alguien ¿Puedes decirme el número de algún cercano, cariño? - la rubia ahora se encontraba a unos centímetros de la kunoichi. Le hablaba de costado con el torso inclinado hacía ella. - Realmente te ves fatal - prosiguió negando con la cabeza.

El viento movió el cabello de la mujer y Sakura escucho la voz de su amiga en él.

"Realmente te ves fatal, cerda"

Y todo se volvió negro.