capítulo 0

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Yo soy un chico normal, con una vida normal en una escuela normal una vida simple.
Pero todo cambio ese día, yo estaba como de costumbre en la escuela ya era tarde como alas 5:30, yo estaba con ame, una chica bajita, con pelo lacio y largo, unos ojos azules,unos labios color fresa y una linda sonrisa en su boca, ella era perfecta, yo la conocía desde segundo desde la secundaria pero nunca pude hablarle.

-ya estoy en preparatoria ya es tiempo- me dije.
Me pare me gire hacia ella, decidido para declararle mi amor, pero al llegar ella me sonrió, estuve tan nervioso que no pude decir ninguna palabra pero para mi agrado con una dulce y delicada voz me dijo.
-ya termine los deberes, me acompañas a la estacion-
-sss...ii.si- tartamudie con un nudo en mi garganta
Y ella dijo -te espero en la entrada-
Se dio media vuelta y se fue.

Ya ahí comenzamos a caminar.
-La estación esta a quince minutos de la escuela pero llegamos en diez que extrño- pensé

Ella se despido y se fue, yo regrese a la calle cuando de pronto algo en el cielo semiestrellado cayó algo en llamas, me quede observando hasta que le vi figura de mujer, salí disparado cuando dejo de estar en llamas. Mientras llegaba donde estaba aquel ser se escucharon explosiones, rayos y espadas, tenia miedo pero la curiosidad se empodero de mi, cuando llegue vi a una chica de mi altura, con un delicado pelo blanquecino, unos labios muy finos, ojos blancos, ella portaba como una especie de túnica blanca manchada con sangre y unas alas rotas. No sabia que era, su delicado cuerpo estaba acostada en un charco de sangre, estaba inconciente, corrí hacia ella, vende sus heridas con mi suéter, convenientemente todas estaban en su estómago. Logre que reaccionará pero entonces la vi era ella, era América, la misma chica que había dejado en la estación, portaba una armadura negra, en la mano derecha tenía un pedazo de ala escurriendo de sangre y la otra una espada empada de la misma sangre, en su rostro tenía una sonrisa de oreja a oreja tan sombría que me dejó paralizado, ella estaba arriba de un auto destrozado, sus ojos estaban de tal manera que su pupila era mas grande y sus ojos casi se salían de su lugar, se escuchaban carcajadas que provenía de ella. Cuando me vio con una voz de loca maniática estremecedora me dijo
-tu que haces aquí, ya me estabas cayendo bien, yo la cazadora de ángeles no permitiré testigos a sí que ¡muere maldito!-
Mientras ella enpuñaba su espada y se dirigió hacia mi, en mi cabeza surgio una serie de ideas.
Ella era una cazadora de angeles, ¿ la chica que vi era un angel?, como esposible que una chica tan tierna se comvierta en este monstruo, yo hiba a morir.
Sentí el frío intenso de la espada en mi pecho, cortando cada centímetro de carne, de hueso, de órganos y la sonrisa perforadora que provenía de ella. Quede tirado, ella ya se había ido, se me empezó a nublar la vista cuando escuché borrosa mente una dulce voz de alguien, esa voz me hacía sentir más seguro, más feliz, aunque mi final estaba cerca yo escuche que alguien me hablaba -oye tu me salvaste- escuche eso una y otra vez, una voz dulce de mujer, -¡estas sangrando!, te ayudare pero me tendrás que seguir para siempre- fue lo ultimo que escuche, con la vista casi nula y con mi ultimo aliento dije -s....i si-.

el ángel y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora