Caitlin's pov
-¡Vamos Cait! porfavor.-dice Hannah sarandeando mi brazo.
Habia resivido una llamada de Taylor Caniff.El cual nos a invitado a una partida de paintball.
No puedo ir ya que mañana debo ir a la misa.
-No puedo.-Suspiro.
-Espera un momento.-Dice Hann para correr hacia la puerta de mi habitación, abrirla y bajar corriendo las escaleras.
-Señora Jenn.-escucho la voz de Hannah llamando a mi madre.
-No....-Salgo rapidamente tras Hannah.
pero escucho un...
-¡Si claro!Despues de todo, necesita hacer más amigos.
-Muchas gracias Señora Jenn.-dijo Hannah sonriendole a mi madre.caminó hacia mí, me sonrió y subió las escaleras.
-¡Tú!.-le señale con mi dedo indice apenas cerré la puerta de mi habitación.-Estas loca.-Susurré lentamente.
-¡No exageres Cait!.Revisemos que te pondras...
Hannah abrió mi closet-el cual era bien grande, cinco puertas para ser expecifica-.
-No, ¿Sabes? mejor yo te presto ropa.-Dijo agarrando mi mano y conduciendome al living.Le informó a mi madre que le acompañaría-cosa que no quería hacer-a su casa.
Mamá no renegó.Ella confiaba en Hannah...Mala idea.
-ponte esto.-dijo Hannah lanzandome un pantalón rosa.
-no me gusta el rosa.-dije.
-entonces este.-me lanzo un pantalón negro.
-no creo que me quede.
-póntelo.-dijo alzando una ceja.Ella sabia que el pantalón era de mi talla y todo. pero no quería vestirme así.Ella sabia eso.
-esta bien.-rode los ojos y me adentré en el baño de su gran -demasiado grande- habitación.
El pantalón negro azabache se desliso rapidamente por mi pierna.
-espera,trata con este.-dijo Hannah entrando al baño.pegue un pequeño grito.Me habia asustado.Soy realmente muy-MUY-pudorosa.
Me paso el pantalón y cerró la puerta blanca.
Me saque el pantalón color negro y metí un pie en el pantalón burdeo.
Forcejé y forcejé, ¡Pero el muy maldito no subia!.
Revisé la talla "Talla 32" ¡¿Esta chica esta loca!? ¡soy 36!
Luego de mi mini-pelea con el pantalón de satanas, decidí colocarme el negro.
-Toma.-Digo devolviendole el pantalón de Satan.
-¿Que sucedió?
-Sucede que no me queda.-Dije encogiendome de hombros.
-Toma.-dijo lanzandome una polera y un sueter.La polera era sin mangas -musculosa- suelta, y el chaleco era de algodon muuy suave -era como un osito- me los probe-dentro del baño- y luego se los devolví.
-Gracias.-le dije suspirando.
-Gracias a ti por aceptar y no dejarme sola en esa partida.-Dijo sonriendome.Le abrasé.
-Te quiero estupida.
-Yo más monja.-me dijo.Le golpeé en la espalda-aún seguiamos abrazadas.
ESTÁS LEYENDO
Mala Influencia
Novela JuvenilMientras Caitlin rezaba sus oraciones de rodilla frente a la cama con la cabeza gacha, Él la miraba por la ventana desde el árbol de enfrente que daba a su habitacion.Iba completamente de negro, para así confundirse con la oscura noche y no ser desc...
