Suspiro, la lluvia cae allá afuera como un suave susurro ahogado por los vidrios de las ventanas. Estoy seguro de haber escuchado las risas de una mujer hace poco. Sigo jugando un rato más con el bolígrafo entre mis dedos. ¿Cómo voy a empezar?
La velocidad parece no cumplir con mis expectativas en cuanto a distancia se refiere. Sino ¿Cómo es que no puedo dar con ella? ¿Cómo es que el destino la aleja más de mí? ¿Porque no me permite encontrarme con su mirada?
Quizás solo así me escuches y sepas de mí de nuevo, si mediante estas letras logro dar contigo alabaré por siempre a quien inventó la imprenta.
Mis memorias comienzan a tener vida y color cuando tú apareciste. Tú lo sabes así como también conoces la razón por la que siempre estabas al tanto de mí aunque yo no me percatara. No te puedo decir en una sola palabra la forma en que cambiaste mi existencia a partir de entonces.
De pronto despertaste en mí nuevas cosas, tuviste que venir del otro lado del mundo para que eso ocurriera, para que fuera la persona que me volví entonces. Me dejaste quererte y yo también lo hice, el tomarnos de la mano se volvió tan necesario como meterse oxígeno a los pulmones. Y la sensación era: deliciosa.
Si nunca había dicho que algo me merecía solo a mí, tú cambiaste ese concepto, porque en definitiva no dejaría nunca que alguien más quisiera sentir eso que siento contigo. Esa felicidad de saber que cuentas con alguien como tú, esa velocidad de como corría la sangre por mis venas al besarte. Y esa paz al abrazarte por la espalda mientras sabíamos que eso era verdaderamente real e intentábamos imaginar cuantos recuerdos habíamos tenido así: a la sombra de un árbol, caminando por un puente, al lado de una fuente, sentados sobre un sillón en la terraza.
Valió la pena tanto esfuerzo que pusiste de tu parte para llegar aquí, aun sin saber que te encontrarías conmigo y de una forma tan única y extraña. Tu perseverancia en tus estudios y tu optimismo de dar lo mejor de ti en todo. A mí me tocó ver facetas que no mostrabas con los demás: cierta torpeza con tus pies y tu manía con comerte las uñas que parecía aumentar más cuando me encontrabas en tu camino; tu timidez de mostrar tantos sentimientos cuando oías una canción que te gustaba.
No me importó entonces dejar mi rutina que tenía con tal de darte un tiempo a ti. Tú lo merecías. Entonces pasó, ahí pasó que ya no pude sacarte de mi tiempo, te lo hice saber sin palabras. Tu sabes, a veces los abrazos explican más mejor estas cosas.
No te reclamo nada sólo me gustaría saber ¿Qué fue lo que pasó después? ¿Por qué ahora ya no puedes estar donde estoy ahora en estos momentos? Algo hice mal, sé que fui yo el culpable.
Ahora tengo todo excepto lo que era más importante para mí.
¿Y sabes? Tengo miedo.
Es que no soy el mismo ni siquiera al verme al espejo. Ni siquiera los días son los mismos ni a los de antes y lejos de los que cuando te conocí. Los defino ahora como tristes, opacos y las noches llenas de un dolor que no puedo tocar. Y ni siquiera estoy muerto, creo que eso sería lo mejor para estos momentos.
Diario, camino por ese abismo en el que sólo hay un camino que no me conduce a ti, porque estas lejos. No quiero perder el juicio aunque creo que ya lo estoy haciendo, la otra vez tuve que sacar varias botellas vacías de licor de mi habitación que no recuerdo desde cuando estaban ahí.
Si la vida me dio esto tan bello ¿Cómo pude ser tan imbécil como para tirarlo? Estoy desesperado como nunca lo he estado, mi corazón sólo gime... suplica por tu presencia porque esos días hermosos comparados con los de ahora son cenizas.
Nunca había creído en el destino, pero ahora me parece que está jugando conmigo el muy sádico.
Detengo la escritura, las nubes sólo llegaron a dejar un sentimiento de frustración en el entorno. No habrá lluvia.
Molesto me pongo de pie.
-¿Qué sentido tiene esto?
Camino por el túnel que desemboca a la parada del metro, las puertas se abren cuando el transporte se detiene y la gente comienza a salir, yo lucho por entrar y al hacerlo choco con una niña la cual también me empuja para salir.
-Lo siento- la oigo decir entre el murmullo que no quieren oír mis oídos. Sólo quiero llegar a casa para sentirme un poco más solo de lo que ya estoy.
-Déjalo- Musito con voz apagada entrando al vagón, las puertas se cierran y en ese instante la niña al voltearse a mirar el tren partir sufre una trasformación justo frente a mí. Las respuesta a todo vuelvo a tenerla frente a mí después de un infierno porque por un segundo percibo esa calidez que me dice que puedo volver a vivir. Frente a mí, sólo tengo que salir.
Lucho entre la gente para acercarme más a la ventana cuando las ruedas giran y comienzan a alejarse de la terminal. Estrello mis manos en puños contra el vidrio, si corro lo suficiente quizá pueda... sólo quiero verte de nuevo, sólo eso.
Y grito tu nombre, no me importa que los demás me miren, y aunque lo hacen se apartan dejándome el camino libre para correr. Llego al final del último vagón, pegando mi rostro en la ventana intentando mirar esa luz de nuevo, sin embargo la oscuridad te ha tragado de nuevo.
"Y otra vez ha pasado
he vuelto a ser cegado
quedándome aquí
y tú... lejos de mí."
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STAY... [***EN PROCESO DE EDICIÓN***]
Random"Allí ella tuvo que quedarse... donde yo no estaría"- JKS ***Historia inspirada en la cancion "Stay" de Jang Keun Suk***