Un corazón

No me recuerdo.
No antes de conocerte.
Y esque siempre tuve la mala costumbre de no confiar en mí, de subestimarme cada vez que podía, de ser tan insegura, de tener malas conclusiones sobre mi, de crearme un personaje narrativo pésimo y crear situaciones con el título "Yo no puedo", "Todo me sale mal" y después cumplirlo, ¿por qué no?
Desde que llegaste le has dado un cambio enorme a mi vida, me has dado motivos para amarme y saber que no es tan malo ser yo.
Me transmites la confianza que al principio yo no tuve, me das la seguridad que necesito, por hacerme sentir que todo estará bien con un simple y consolable abrazo.
Ahí yo
mi cabeza debajo de tu barbilla
sintiendo tu respiración
sintiendo tu corazón palpitante
tus manos rodeando mi cintura
y una noche impostergable.

Desde que llegaste tengo en quién confiar, en quién desenvolverme, en quién acudir.
Te volviste mi cómplice en fechorías y batallas y eso no significa que quiera que lidies con mis problemas pero los contrarestas con tu existencia, sé que cuando caiga, estarás tú por encima de todo queriendo ayudarme, sin tapujes, sin rodeos, y al final del día,
solo seremos tú y yo
dos personas
y un corazón.