Christopher
No podía dejar de ver su rostro, en verdad era ella, a pesar de los años que pasaron y lo mucho que cambiamos, aun me parecía ver a aquella Natalia de ojos brillantes y sonrisa encantadora, era como en la secundaria, riéndonos de bromas o de la misma vida, cuando la hacia rabiar por cosas que ahora son insignificantes, o las veces que perdíamos las tardes hablando y jugando en vez de hacer la tarea de matemáticas, tiempos donde no había responsabilidades para llenarnos de estrés, donde disfrutaba cada día de su compañía, antes de que se fuera.
- Me alegra que vinieras- si los perros pudieran hablarle a su amo cuando llegan de nuevo a casa, seguro y sonarían como yo en este momento, no podía fingir que en verdad me alegraba su regreso.
- A mi también, extrañaba este país, sobre todo sus costumbres, no es nada fácil acostumbrarse a las del extranjero.
-¿Es muy diferente?
- La verdad, si, aunque- una pequeña sonrisa empezaba a aparecer- teniendo siete años fuera, es como si ya fueran normales.
-Y ¿a que te dedicas linda?- Empezó Ricardo, lo mire con desprecio, como si no lo conociera, desde pequeño a sido así, es por eso que sus mañas no son desconocidas para mi, un mujeriego de primera, no dejaría que se acercara a mi Natalia, no me lo perdonaría.
-Bueno, digamos que ha ser feliz- reí en lo bajo, ante la cara de desconcierto de Ricardo- intento respirar, es poco pero puedo vivir
-Como en los viejos tiempos- me atreví a decir, mientras ella me sonreía.
- No pongas esa cara Ricardo, es solo que, cada vez que me preguntaban sobre que estaba haciendo, eso era mi respuesta, respirar y ser feliz, o ¿no crees que sea prioridad?
- Claro que si- dijo un poco entrado en el contexto- pero debes estar de acuerdo conmigo acerca de que para ser feliz o "vivir" necesitas de otras cosas, es eso a lo que me refiero.
-Por ahí hubieras comenzado, tu quieres saber en que trabajo, ¿no es así?- Ricardo solo asintió- bueno, soy bióloga marina.
-Sin duda una carrera bien pagada.
- Si, pero no la elegí por eso, desde pequeña que amo el mar, y al verlo perderse, no podía simplemente quedarme con los brazos cruzados, y apartir de que me fui, eh estado viviendo cerca de las costas