Capitulo unico

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Si tenía que por alguna razón, hacer una lista de sus peores diez días en su vida, no tendría duda de colocar aquella mañana en el puesto número tres, y eso siendo gentil.

Para empezar, su despertador no habia sonado, o más bien, el entre sueños habia apagado la alarma sin darse cuenta, llegando hasta su tercera hora en la universidad, siendo objeto de burlas pues su cabello parecía tener la forma de la almohada pues no habia tenido tiempo ni de peinarse.

Además de eso, en su infortunio habia olvidado su billetera en el pequeño departamento que rentaba algo relativamente cerca de la facultad a donde asistía, pero aún así, no tenía tiempo para regresar.

Durante todo el día su estomago se asemejaba a una gran bestia, rugiendo para que fuese alimentada. Pero no fue así hasta que las clases terminaron alrededor de las tres de la tarde y que la señora de la cafetería pudo ver su sufrir, permitiéndole tomar un empaque de galletas con la condición de que mañana fuera a primera hora a pagarlo.

Para su infortunio, justamente después de terminar su primera galleta y proseguir con la siguiente, un descuidado biciclitista arremetió contra él por accidente, logrando así que el único alimento que tenía fuese a parar al suelo completamente aplastado.

Pero ¿Creen que uno de los peores días de Adrien Agreste terminaría ahí, como si nada?

En efecto, la cosa no habia parado ahí y, casi como si se tratara de un mal augurio en su vida, una torrencial lluvia comenzó de repente, empapándolo así por completo.

— ¿De verdad? ¿Qué esto no se puede poner peor? — Y, casi como si por una burla del destino se tratara, un coche paso a un lado de él, logrando levantar una pequeña ola de agua, dejándolo ahora peor de lo que estaba.

No pudo quedarse a contemplar su mala suerte, no tuvo ni tiempo de compadecerse, pues en cuestión de minutos comenzaría su turno en el trabajo, en aquella cafetería unas cuadras abajo donde, gracias al salario y las propinas, era capaz de sobrevivir con el poco dinero que su Padre le otorgaba para sus estudios.

Cuando llegó, no hicieron falta palabras para explicarles a sus compañeros de trabajo que aquel día no habia sido para nada bueno, entendieron pronto el mensaje al ver su rostro malhumorado y toda su ropa empapada.

Adrien usualmente era el que portaba toda la energía positiva, incluso muchos podían sugerir que él era quien les inyectaba el espíritu positivo en su día a día, aunque como siempre, todo mundo puede tener días malos.

O peores, como pensaba en aquel instante.

Su humor al estar en la caja registradora no fue lo mejor, e incluso si lo pensaba atentamente se recriminaba su modo de actuar. Los clientes iban y venían, con un rostro de amargura que solo empeoraba al ver la actitud de él, incluso algunos juraban que al salir maldecían al pobre muchacho.

Una sonrisa para un mal día [Miraculous Ladybug AU Oneshot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora