Capitulo 1 Un dia comun?

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Estaba muy obscuro, por alguna razón estaba a fuera de casa, no veía nada más lejos que mi brazo estirado, el aire estaba soplando muy fuerte con un sonido ensordecedor a través de las copas de los árboles, no se escuchaba nada más que los grillos en la obscuridad y algunos animalitos nocturnos haciendo su vida diaria.
No recordaba cómo fue que llegue a ese preciso lugar, solo recuerdo que no era la primera vez que me encontraba en aquel sitio tan tenebroso y si esto era como en las otras ocasiones no hacía más falta aquí que en otra parte, con miedo comencé a caminar y sin saber a dónde estaba andando...

— Bip, bip, bip, bip...
Sonó el despertador y me levante de inmediato de un brinco, regresando de golpe a acostarme pues me golpee en la cabeza con la cama de mi compañero de cuarto.
Sobándome la cabeza con ambas manos sentí como dos lagrimillas se escapaban de mis ojos por el fuerte golpe que me metí.
— Que es esta manera de despertar a este hermoso hombre que estaba durmiendo tan plácidamente?
— Lo lamento pero es hora de salir al mundo real y continuar viviendo esa vida.
— Ve tu si quieres yo me quedare durmiendo un rato más.
Sin seguir discutiendo más me incorpore en la cama, ahora con más cuidado por el recordatorio que tenía por el palpitar en mi frente que ardía como si se incendiará. Poco tiempo después me puse de pie aun algo adormilada y atarantada por el golpe, camine directo a la ducha arrastrando los pies y de mala gana.
Tome un baño rápido porque aun sentía la extraña sensación que me había ocasionado el sueño que apenas recordaba, salí del baño me seque y vestí rápidamente pues el tiempo transcurrió más rápido de lo que parecía y se me hizo tarde para llegar a mi primer día en mi nuevo trabajo, tome un pan tostado con mantequilla un vaso de leche y salí corriendo de casa dejando atrás cualquier sentimiento extraño que tenía y a mi flojo compañero de cuarto.

En el metro cada sonido me transportaba a aquel sueño extraño, el sonido del aire que recorría la estación me transportaba inconscientemente a aquel lugar obscuro, lo único que me hacía sentir a salvó era aquel tenue brillo de las lámparas subterráneas que iluminaban la estación y el ruido que hacia la gente al caminar y platicar, metidas en sus problemas y actividades cotidianas, en ese momento me sentí bien y tranquila. Me puse mis audífonos y me sumergí en aquel mundo que conocía tan bien el mundo de la música, pasando de canción en canción de un género a otro sin pensar.

Poco tiempo después llegue al lugar desconocido que pronto formaría parte de mi vida mi nuevo trabajo.
Era un edificio imponente su gran estructura de piedra se erguía firmemente hacia el cielo unas enormes puertas de madera con unas más pequeñas incrustadas en las grandes, por donde se entraba al edificio, un poco atemorizada por el aspecto imponente del edificio.

Entré por las puertas un poco más pequeñas que las anteriores, encontrando en su interior un amplio salón que su al rededor contenía pequeños puentecillos, el primer impacto se esfumo al ver que ese lugar al que me dirigía a trabajar no era más que un gran centro comercial.

Me impacte al ver la cantidad de tiendas diferentes que podía ver a mi alrededor, encontré tiendas de ropa tiendas de zapatos, de comida, de juegos de mesa, de chocolates incluso en el fondo un cine y un centro de maquinitas para jugar videojuegos parecía el mejor lugar para trabajar, y justo a ese lugar me dirigía mi sueño se estaba cumpliendo poco a poco.

Me dirigí a grandes pasos al centro de juegos que se encontraba en contra esquina al cine.
Al llegar me percate de que el lugar era más grande de lo que se veía por fuera, grandes filas de máquinas enchufadas por largos cables a la pared dejaban poco espacio para caminar entre ellas, un agradable y familiar aroma a palomitas refresco y sudor invadía la atmósfera, para gente que no le guste esto pensaría que es un asco y el peor lugar para trabajar, pero para mí que amo jugar o ver jugar a otras personas es el mejor lugar para trabajar.
Me acerco al mostrador donde una muchacha que no parecía mucho más grande que yo, levanto la cabeza.
— ¿Te puedo ayudar en algo?
Dijo mirándome fijamente mientras comía unos chicharrones.
—Emmm si estoy buscando al jefe o gerente de este lugar, hace poco mande una solicitud de trabajo por internet y me dijo que me presentara hoy para comenzar mi semana de prueba y la capacitación.
— A quien estas buscando soy yo, en jefe viene una vez al mes a ver que falta y si todo está en orden, yo vendría siendo la gerente del lugar.
— Bueno es la primera vez que pido trabajo estoy algo nerviosa pero estoy segura de que no será una carga para ti.
— Aun no te hagas muchas ilusiones, yo soy la que decide si te quedas o te vas y buscas un nuevo trabajo, tienes una semana de capacitación y al termino de ella estarás a prueba una semana más si logras hacer todo bien y sin fallas te puedes quedar pero si cometes algún error te costara el trabajo y además de tu bolsillo saldrán las pérdidas que se generen por tus errores, comenzaras el lunes.
— No tengo nada que hacer hoy podría comenzar hoy viernes.
—Cuando digo que comenzaras el lunes comenzaras el lunes y requerirás traer un buena vestimenta no te quiero ver de nuevo tan formal aquí es un centro de diversiones no una clínica dental, el lunes pantalón de mezclilla azul y una camiseta aquí te proporcionare ese día tu playera del uniforme llega puntual, yo no espero a nadie comenzare la capacitación estés presente o no, ¿entendido?
— Esta bien - dije decepcionada- por lo menos me puedo quedar a jugar un rato
— Podrías pero eso sería darte ventaja sobre tu entorno y comenzarías a familiarizarte con el lugar antes de tiempo.
— Por lo menos puedo ir al baño.
— Esta bien ve pero no tardes mucho hoy es viernes y se sierra temprano la plaza.
Asentí en silencio y eche a correr siguiendo los letreros que colgaban del techo.
Llegue al baño puse las manos en el lavamanos y me mire fijamente en el espejo con agua en los ojos.
—No te deprimas no salió tan mal. - Me dije con apenas un susurro me limpie las lágrimas y salí del baño recorriendo el mismo camino hasta llegar al mostrador.
— Estem me podrías decir tu nombre o solo te digo gerente.
— Por el momento solo gerente si pasas te diré mi nombre - me guiñó el ojo y continúo en lo suyo haciéndome una seña con la mano de que me fuera.

Salí del local y regrese a mi casa decepcionada y con una extraña sensación que me decía que me sería difícil prácticamente imposible quedarme en este trabajo que tanto quería tener.

No todo es lo que pareceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora