capitulo 1

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- señor, descubrimos que ha estado enviando flores a un tal "park jimin" - dijo leyendo en sus papeles - compro todas esas flores con su tarjeta de crédito...

- ve al punto - dijo él anciano con él puro entre sus labios.

- sabemos en donde se encuentra - finalizo.

Él hombre de cabello cano mantuvo su mirada fija en su empleado, él cual quitaba él sudor de su frente y acomodaba una y otra vez aquellos papeles. Él aroma a tabaco se hizo presente en la habitación, él anciano a pesar de su corto espacio de vida seguía encantándole aquel aroma. Por lo que comenzó hacer pasusadas pero profundas respiraciones relajando cada fibra de su cuerpo.

- quiero a park jimin - sonrió.

- pero, señor... ¿Que pasara cuando se entere de que tenemos a park? - pregunto dudoso.

- él vendrá, porque tenemos una carnada - sonrió - ¿sabes? Hay veces en las que la carnada es amarrada a un árbol para atrapar al lobo.

- ¿que pasa entonces con la carnada?

- no lo se, pero siempre muere.- soltó él humo que retenía en sus pulmones.

- como lo ordene señor.

Corea del sur, busan 10:38 AM.

Él estudiante corría a su hogar bajo la lluvia, su madre lo regañaria (nuevamente) por no llevar un paraguas y él abrigo que tanto le dijo que usara, en fin él día era agradable, sobretodo cuando ese era él día de tarta de moras su favorita.

Ingreso la llave en la cerradura, para luego abrir la puerta y que un rico aroma le golpeara él rostro "justo a tiempo", una sonrisa se coló en sus labios y sin mas se dirigió a la cocina donde su madre se hayaba sentada leyendo una revista, aquella mujer es hermosa, sus gruesos labios rojos y aquellos ojos sonrientes formaban parte de esa perfección, esa pequeña respingada nariz que se encogía al no entender algo, dignas expresiones para alguien tan cálido.

Se acerco lentamente y con sus mojados brazos la rodeo, sacándole una jadeo de susto, rápidamente llevo sus labios a la mejilla de su madre.

- oh, jimin... ¡Por dios! Me has dado un susto - sonrió su madre - ¡y estas todo mojado!

Él chico solo soltó una carcajada al ver los repentinos cambios de humor de ella, cuanto la ama. Se acerco nuevamente para abrazarla siendo detenido en él proceso.

- oh no, jovencito - poso su manos en los hombros de su hijo - ve a darte una ducha.

- claro, mama - sonrió haciendo él amago de acercarse a su madre recibiendo una mirada de advertencia.

Negó con la cabeza y subió corriendo las escaleras, dejando pequeñas huellas húmedas. Entro rápidamente a su habitación para retirase la ropa enseguida, recibiendo un escalofrio en todo su cuerpo. Tomo una toalla y comenzó a secar su cuerpo para cubrir su piel con sus prendas de vestir.

Él timbre de la casa resonó en todo esta, llamando la atención del chico y la madre, cuando jimin bajaba las escaleras claramente podía ver a su madre hablando con alguien en la entrada por lo que fruncido su ceño. Comenzando a acercarse podía oír mas claramente lo que decían.

- no lo dejare entrar en mi casa - dijo molesta, park hie ji.

- señora, no me haga usar la fuerza - gruño él hombre de la entrada.

- menos lo dejare pasar si esta amenazándome - dijo cerrando la puerta, para ser detenida gracias al pie del hombre.

- ¿disculpe a quien busca? - interfirió jimin.

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⏰ Última actualización: Mar 14, 2018 ⏰

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