Prólogo

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"Corre. No mires atrás, Ana". Era lo único en lo que podía pensar en aquel momento. Correr. Irónico, pues ella era de las que pensaba que eso era de cobardes. Pero ahí estaba, corriendo por su vida.

El corazón le iba a estallar, podía sentir cada latido golpeando con fuerza contra su pecho. Si no se detenía, le daría algo, pero si paraba, ellos la matarían.

Sentía la adrenalina recorrer su cuerpo. Su sistema nervioso simpático se había activado y era incapaz de detener las piernas. Instinto de supervivencia.

Jadeaba, y cogía aire tanto por la nariz como por la boca. En aquellas circunstancias todo era válido.

Sin embargo, sin previo aviso, se le nubló la vista y se desvaneció, dejando su suerte en manos del destino.

I swear I livedWhere stories live. Discover now