Yo me encontraba en mi sótano oculto. Nadie sabe que aquí practico magia con mi profesor. Es un hombre viejo y raramente tiene un parche en el ojo (digo raro porque ni idea porque lo tiene, solo lo tiene) se parece un poco a ese genio loco de la película de Volver al Futuro, bueno, un poco más encorbado.
Mis padres no aprueban la magia, lo sé. A este sótano puedo entrar desde un armario de una habitación vieja de la gran casa de madera que tenemos. Es verdad que amo las casas de madera, suelen ser lindas y hogareñas pero ésta da miedo. Tiene muchas puertas, es muy oscura y cuando caminas se escuchan tus pasos por todas partes.
Ahora mi profesor se debe ir pero tengo un mal presentimiento, tengo miedo, solo un hechizo me enseñó para trabar puertas y que nadie pueda abrirlas (malpensalo o como quieras) es para que mis padres no entren a este sótano.
De repente me asusto al escuchar un timbre pero es el celular de mi profesor, de esos Nokia viejos.
- Alo? Ah... Bien, n-no sé cómo pudieron enterarse... ¡Se supone que lo teníamos todo cubierto Marta!...
¿Estás bien? ¿Te hicieron algo?...
(aquí es cuando mi miedo crece, le hablaba a su esposa que tenía una gran relación con mis padres pero del otro lado de la línea se escuchaba desesperada)
Cortó...
- Jane, tenemos un problema... Yo tengo que ir a casa pero volveré lo más pronto posible, no quiero que salgas de este escondite.
- ¡¿Me puedes decir que es lo que ocurrió?! ¡Me está asustando!
- Tus padres se ya saben de esta magia.
Estaba petrificada, YO LO HABIA PRESENTIDO, ¡A MI NO ME JODAN! Llevaba tan solo tres semanas en esto y ya lo saben... Dios, no se que hacer, van a venir a matarme y no estoy bromeando, esto es peligroso, mis padres no son normales, deben de pensar que ahora mismo estoy poseída.
- NONONONONONO NO TE VALLAS, NO TE VAS A IR.
- Lastimaron a mi esposa, tengo que ir por ella, no quiero que salgas de aquí, bloquea las dos entradas del sótano.
Dios... Marta, no lo puedo creer, se va a ir.
Por un momento me llega una imagen a la mente, mis padres están viniendo como locos hasta aquí, papá tiene un fierro en la mano con sangre en él.
- ¡Te van a hacer daño cuando salgas! ¡¡No lo hagas!! - alzo la voz mientras mi profesor sale por la segunda entrada que antes estaba tapada por una biblioteca.
- ¡Quedate aquí! - Dijo y se fue al instante.
No pasan ni dos minutos completos cuando escucho su grito en el aire, tan fuerte que llegó hasta este escondite dejando un eco por toda la casa.
Un frío recorrió toda mi espalda que me dejó temblando abrazada a mi barita.
De pronto escuché un portaso que me dejó los pelos de punta. Yo tenía que ir a buscar al profesor, no podía dejarlo.
Salgo de mi escondite cruzando puertas de la forma más silenciosa posible y lo que encuentro solo me ocasiona un temor mezclado con bronca y odio, todo a la vez.
El cuerpo de mi profesor yacía inerte en el suelo de mi jardín con apuñaladas desde su hombro hasta sus muslos creando un camino de agujeros que se desangraban rápidamente...
Mis lagrimas caían pero mi mirada era la misma, sabía que tenía que irme pero de repente una sombra alta se hace sobre mi y al darme vuelta puedo ver a mi padre con una cara llena de odio y enfado.
Yo corro hacia dentro de la casa cerrando la puerta con mi hechizo pero la desesperación es tanta que no sirve, mi papá entra y corro hasta mi escondite, cierro la puerta y mi mala suerte me sigue porque por primera vez en tantos años mi papá me encuentra aquí haciendo mi puerta pedasos. A tan sólo centímetro de atraparme un pie logro escapar por el agujero de la pared que estaba cubierta por la biblioteca
(el no cabe aquí).
Se consolaba mi conciencia aunque sabíamos que aún tenía que huir.
Atravieso el living y salgo hacia el jardín, mi padre me sigue.
Apenas salimos afuera vuelvo a entrar por otra puerta que cierro al instante. Tiro mi barita y corro a cerrar todas las otras puertas que llevan a esta habitación.
Se escucha a mi padre golpear las puertas con gran fuerza.
- ¡JANE! ¡ABRE LA PUERTA! - Grita de forma desquiciada, desde afuera, aumentando mi miedo de que la puerta no aguante sus golpes.
Por un momento me sentí por fin a salvo hasta que recordé a mi madre... No sé dónde esté pero con mano rápida me acerco a la cocina que está de un costado y agarro un cuchillo.
Lo dije una vez y lo seguiré diciendo "ésta maldita casa tiene demasiadas puertas". Me voy al medio de la habitación donde se encuentra el sillón, mirando hacia todos lados pero mayormente enfocada en la otra puerta de la cocina que está en primer plano...
Mi presentimiento no era tan erróneo ya que de ahí sale mi madre lentamente con una gran cuchilla en la mano y una gran sonrisa en la cara que expresaba pura burla común de ella.
- Que haces Jane? - Pregunta mientras nos acercamos y tira una apuñalada hacia mi. Logro agarrarla con un brazo y la furia que se apodera de mí manda a mi mano con el cuchillo a atacarla haciendo una apuñalada en su cuello.
Ella parece sorprendida por un momento pero se enfoca en mirarme y reírse de mi a carcajadas.
- ¿No ves que sos idiota? No sos nada, eres estupida, no me vas a matar, nunca me vas a poder matar! - dice alzando la voz para luego volver a reír hasta que muevo el cuchillo hacia atrás desgarrando la mitad de su cuello y luego hacia adelante para degollarla totalmente.
Su cuerpo cae y su cabeza rueda...
Me toma unos segundos entender lo que acaba de pasar y lo que me saca de mis pensamientos es la sensación de que detrás mio hubo un movimiento lo cual me hace mirar para todos lados encontrando una sombra al final de la habitación sosteniendo un arma.
- Papá...-
