La fiesta de los Yoon estaba en su auge. Los invitados charlaban entre ellos, algunos bailaban mientras que otros optaban por comer. Había pulpos, ninjas, pastorcitas con sus ovejas, bailarinas, una jirafa, una señora de saxofón, en fin, de todo un poco. El señor Yoon iba vestido de emperador romano seguido por su perrita que también llevaba un traje, en este caso, de gladiador. SeungCheol, que se estaba encargando de freír y servir sus famosos dulces, vestía un traje medieval. De vez en cuando debía parar para detener a Estela, la perrita de la familia, que intentaba robar algún que otro beignet, pero cedía ante sus ojitos de cachorro y le tendía dulces entre risas.

En la escalera, un joven de traje celeste de príncipe se movía de un lugar a otro observando el horizonte. Al mismo tiempo, era perseguido por un muchacho vestido de arlequín.

_Pero señor JeongHan, me dijo en un rato hace dos horas.

_Joshua, cuando alguien dice "en un rato" lo que dice en verdad es "jamas". Ve allá, hay muchos chicos bonitos que seguro mueren por bailar hasta el amanecer.

El pobre Josh vivía insistiendole a Han que le diera una oportunidad. El chico estaba perdidamente enamorado. Por desgracia, el de rubios cabellos estaba tan perdido en sus sueños de cuentos de hadas que no veía al chico que tenia en frente. Pero el tenia esperanzas de que eso en algún momento cambie, no se daría por vencido.

En cuanto el muchacho se alejo, JeongHan corrió junto a su amigo.

_¡Dame las servilletas!

_¿Para que las quieres?

_Es que sudo como langosta en una olla.- Gritaba el "príncipe" metiendo servilletas de papel en su traje.- Ay, Cheollie, aún no aparece y es tarde.

_Aún no acaba la fiesta- Intentaba consolar a su amigo que estaba al borde de las lágrimas.

_Esto es muy cruel, mi príncipe nunca va a venir.

_Ya, Hanie...

_¡Nunca obtengo nada de lo que deseo!- Grito llorando y subiendo las escaleras casi corriendo.

_¡Hanie, espera!- Lo intentaba seguir el pelinegro.

Al llegar a la cima de la escalera, JeongHan ya estaba empapado en sus lágrimas.

_No te pongas así, relajate.

_Si lo deseo con ganas... ¿Puedes?, ¿puedes?, ¿puedes?.-Sin hacer caso a su amigo, comenzó a implorarle a la estrella del atardecer, como cuando era niño.

_Hanie, con solo desear ante una estrella no vas a lograr que...

_¡Damas y caballeros!

Un grito llamo la atención de los jóvenes, que voltearon a ver de que se trataba.

_Su alteza real, el príncipe JiHoon.

En el horizonte, se veía a Ji en su traje real acercarse elegante hasta donde ellos se encontraban. Confundido, Cheol observo el lucero del cielo.

El príncipe Lee atravesaba la multitud de gente que lo reverenciaba saludando cordialmente y en un rápido movimiento, Han seco sus lagrimas, arreglo su cabello y acomodo su traje. Cuando el príncipe llego al principio de la escalera y le tendió la mano, JeongHan prácticamente corrió a su encuentro, acercándolo felizmente a el, para así comenzar a bailar al son del vals, seguidos por los demás invitados.

SeungCheol bajo las escaleras mirando enternecido la escena. En un momento, cuando Han quedo frente suyo, le sonrió y señalo al príncipe que tenia al lado muy emocionado. Cheol rio y se encogió de hombros sin saber que más hacer. El soñador pelinegro comenzó a moverse al ritmo de la música, sin notar al burro que había junto a el.

El príncipe y el sapo. 🐸 Jicheol 🐸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora