Solo fue un beso

Mi respiración estaba agitada, mis mejillas reflejaban la vergüenza que sentía en ese momento. Él tomaba con una mano mi cintura y con la otra acariciaba mi pierna delicadamente, sentía cosquilleos, que incrementaban según se fuera adentrando a mi entre pierna.
Yo solo rodeaba su cuello con mis brazos y me dejaba llevar por los besos apasionados que nos dábamos arriba de su cama, llego un momento en el que me recostó ligeramente en el colchón. Me seguía besando y su mano se posó ahora en mi glúteo, acariciándolo y apretándolo, sentía un bulto crecía y empezaba a apretar mi pierna, me gustaba pensar en lo que sería y en lo que pasaría con eso. Se separo de mis labios y me pregunto.

-¿Quieres hacerlo?- dijo con una cara sumisa.

En ese momento pensé como fue que llegué a esa situación...

Eran las 4:00 P.M. estaba en casa de Finn ayudándole con algunas tareas que le habían dejado para ponerse al corriente. Había faltado porque consiguió un nuevo trabajo en una serie de televisión, no esta mal, pero, descuida la escuela mucho y al final me hablá a mi para que le ayude, así es siempre. No es que no me guste, soy su novia y tener tiempo a solas con él me gusta, dado que en la escuela ya no es posible, solo que a veces solo me enoja que se comporte así.

En fin, nos tardamos 1 hora en terminar lo de matemáticas, que es en lo que siempre se confunde, no es como si fuera excelente explicando pero mínimo el me entendía.

-¡Terminamos!- dijo mientras se estiraba
- Ay si- solté un suspiro- que bueno - le Sonreí
-¿Quieres subir a jugar?- preguntó con una sonrisa
-Claro, pero ¿tus papás cuando vuelvan no lo veran sospechoso?- dije con miedo
-Como crees, si no haremos nada más que jugar- río
-Esta bien- dije parándome del sillón del sofá

El subió corriendo las escaleras, yo solo veía desde abajo como brincaban esos preciosos rizos negros, el siempre se adelantaba para prender el aparato y después elegíamos un juego, no se jugar ninguno pero me gusta convivir con él, y creo que a él le gusta ganarme todo el tiempo.
Subí las escaleras con calma y al llegar a su cuarto cerré la puerta, me senté en la cama y él me regreso a ver con un video juego en la mano.

-¿Quieres jugar este?- dijo con un gran sonrisa que era más que obvio que ese quería.
-Sí, ese esta perfecto, solo espero jugarlo bien- hablé tomando el control
-Tranquila, yo tampoco soy bueno- mintió y se sentó a lado de mi en la cama.

Jugamos durante 30 minutos y yo me estaba cansado de perder, él solo se reía de mi, porque cada vez que me mataba o estaba en peligro gritaba y eso lo mataba de risa.
Lo volteé a ver un breve momento y me quede asombrada de lo perfecto que parecía, observe detalladamente cada uno de sus rasgos, lo bello de su cabello, su lindo tono de piel, sus ojos cafés que van tan acordé con él, me quede embelesada con sus labios, ¡Por dios! Eran los labios más hermosos de todo el mundo.
Me acerqué para darle un beso, total solo sería uno pequeño, mientras estaba distraído rápidamente me acerque a sus labios y lo besé, un beso muy fugaz y travieso.

Él solo se giro para verme y me dio otro pequeño beso, nos miramos a los ojos, pensé que seria todo como siempre, solo unos pequeños besos y seguir jugando, pero no fue así, nos volvimos a acercar, y de los besos cortos y castos que eran se fueron transformando a unos un poco más intensos y largos.
Se sentía bien tan bien, así que solo me deje llevar, me deje llevar por sus ojos, por sus labios, todo de el me hizo caer en esa corriente de erotismo...

-¿Quieres hacerlo?- volvió a preguntar ahora un poco preocupado por mi respuesta.
-Y...Yo no s..se - dije nerviosa con un rubor notable en mis mejillas
-Si no quieres esta bien- dijo mientras se separaba un poco de mi.
-¡No espera!- lo hale hacia a mi -¿Tardaran tus papás en llegar?- pregunte desviando la mirada
-Llegan en una hora- musitó en mi oído
Le di un beso.
-Hay que hacerlo- pose mis ojos cafés en los suyos- Aun que es mi primera vez- dije con miedo
-También será la mía- confesó
Nuestras miradas se cruzaron, me observo profundamente y eso despejó mis dudas y me dio la seguridad de que los dos queriamos vivir esto juntos.