Porque algunos pueden amar con cada fibra de su cuerpo.
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♡ bellísima portada hecha por la anónima mamona.
♡ 14/08/18 puesto #55 en #drabbles.
hey, ¡hola! aquí su fiel servidora, caris. ¿qué tal?
hoy estoy con este nuevo libro de drabbles de la pareja kirideku (kirshimadeku) de boku no hero academia, algo especial ya que llegué a los 300 seguidores. ¡muchas gracias! se los/as quiere. 💕
esta pareja me encanta, es súper tierna y me dan diabetes, así que me dije, ¿por qué no hacer un libro de drabbles de ellos? ¡y aquí está! <3
no sé de cuántas palabras haré cada parte de este libro, leí que los drabbles pueden ser de 100 a 500 palabras, así que dependiendo la temática y cómo me venga la inspiración veré de cuántas palabras escribo.
¿hay algo en especial que quisieran leer de esta pareja?
tomo pedidos aquí, ¡¡COMENTEN SUS PEDIDOS!! trataré de hacer todos. uwu si no se les ocurre nada, no pasa nada. pueden pensarlo y más tarde comentar o mandarme el pedido por mensaje privado, los haré todos si importar cuándo me lo pidan.
esta pequeña historia de hoy es AU medieval/kiri dragón. me encanta toda la cosa de esto. <3
bueno, primer drabble. ¡disfruten! no se olviden de votar, se aprecia muchísimo.
ah, y todas estas madres probablemente tengas OoC o qué sé yo.
aviso que no soy muy buena escribiendo, aún soy novata (mil años pasarán y novata seguiré siendo we).
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Midoriya Izuku, un guerrero del reino gobernado por la familia Iida, se encontraba en el bosque ubicado a pocos metros del reino. Lo mandaron a hacer una revisión del perímetro ya que, de vez en cuando, las peligrosas criaturas que habitaban allí se acercaban demasiado al reino, así que había que mantenerlas a raya para que no ocurriera ninguna catástrofe.
Estuvo más de una hora caminando de lado a lado, cazcaleando, y parecía que no había un solo monstruo por allí, así que dio media vuelta para regresar al reino. A mitad de camino oyó que algo se movía en los árboles, así que detuvo el paso y se puso en guardia.
Largo fue el suspiro que soltó al ver que de un árbol lo que salía no era ninguna bestia, sino que, sentado en una rama del árbol, había un muchacho de cabello rojo perfectamente peinado hacia arriba. Sólo traía unos pantalones negros rotos y una especie de capa roja descocida atada a la cintura.
—Hola, bebé, ¿cómo estás? Ya te extrañaba —saludó el pelirrojo sonriendo de oreja a oreja, reluciendo sus dientes de tiburón, mientras bajaba de un salto de la rama.
—¡Kirishima! ¡Hola! —devolvió el saludo Izuku, con las mejillas tan rojas como el cabello de Kirishima, su novio. Cada vez que le decía «bebé» se ruborizaba; Eijirō era conspicuo a la hora de apenarlo con motes tiernos.
Kirishima se acercó a él y lo envolvió en un abrazo.
—¿Qué haces solo en el bosque? ¿Y tus compañeros? —preguntó aflojando el agarre y dedicándole una de sus inefables sonrisas.
—Hoy me mandaron a hacer una revisión solo —respondió el pecoso devolviendo el abrazo—. Pero parece que no hay nada, justo me estaba volviendo al reino.
—¡Oooh! ¡No te vayas aún! —rogó el de dientes puntiagudos haciendo un puchero—. ¡Vayamos a volar un rato!
Midoriya soltó una pequeña risa.
—¡Claro, vamos!
Automáticamente el mayor tomó la mano de su pareja y comenzaron a correr en dirección contraria al reino hasta llegar a un enorme claro donde se detuvieron. Kirishima se giró, le sonrió y, en un abrir y cerrar de ojos, donde él estaba parado había aparecido un enorme dragón rojo escarlata.
Midoriya acarició la cabeza del dragón, le dio un casto beso en la rojiza y escamada nariz y le sonrió para luego subirse al lomo de la criatura mitológica. Una vez que se acomodó y tomó por el cuello al dragón, este agitó las enormes alas rojas y comenzó a elevarse. Surcó el cielo haciendo que el viento mueva los verdes rizos de Izuku y el aire acariciara suavemente su rostro.
