Vitalidad al amar | Drabbles KiriDeku.

♡ 4 ; gender bender.

por si no lo saben, gender bender serían los personajes pero del sexo opuesto.
este drabble es AU sin quirks/koseis.

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Las vacaciones de verano habían llegado a su fin y todos estaban volviendo a clases. Algunos estaban molestos por ello, a otros les daba igual, y luego estaba Izuku, que casi saltaba de camino al colegio. ¿Por qué? Porque volvería a ver a su novia, Kirishima Eijirō, luego de tres largos meses en los que sólo se comunicaban por mensajes, ya que a la madre de la pecosa se le ocurrió hacer unas extensas vacaciones fuera del país, por lo que no pudieron verse en vacaciones.

Se encontraba guardando sus libros de matemáticas y literatura en su casillero cuando finalmente divisó a su pareja de espaldas, hablando con su rubia amiga, Bakugō Katsuki. Una vez que esta se alejó, la llamó.

—¡Eijirō! —le gritó mientras iba hasta ella dando saltitos y levantando el brazo.

La aludida se dio la vuelta sonriendo al reconocer la melodiosa voz de Midoriya. La pecosa se paró en seco cuando vio a Kirishima. La pelirroja no había cambiado mucho, seguía con su rojo y puntiagudo cabello, sus extravagantes dientes de tiburón que mostraba mientras sonreía, a excepción de sus pechos. A finales de clases estos eran como los de Izuku, pequeños. Pero ahora eran más grandes y el drástico cambio la dejó anonadada.

Antes de darse cuenta, esos pechos estaban asfixiándola, ya que Kirishima se le había abalanzado y la abrazaba con mucha fuerza.

—¡Izuku! ¡Oh, Izuku! ¡No sabes cuánto te extrañé, cariño! —exclamaba Kirishima moviendo de lado a lado a su novia, sin poder controlar su euforia.

Una vez que aflojó el abrazo e Izuku pudo alejarse de sus senos y respirar, la de ojos rojos tomó las mejillas de la contraria y repartió besos por todo su rostro. La frente, las cejas, las mejillas, la nariz y, para concluir, en los labios.

—Yo-yo también te extrañé mucho, ¡mucho, mucho! —expresó la menor una vez que la mayor la soltó.

—Tan adorable como siempre. —Sonó la campana de comienzo a clases—. ¿Te parece si te sientas conmigo a la hora de almorzar? —le ofreció mientras caminaban de la mano hacia el aula.

—¿Co-contigo? ¿Y co-con Ka-Kacchan? —preguntó pensando en el mal carácter de la rubia ceniza y en lo mucho que le molestaba su mera presencia.

—¡No te preocupes por ella! Kaminari la mantendrá tranquila, si sabes a lo que me refiero —le aseguró guiñándole el ojo.

Como comenzaban un nuevo año, los alumnos eligieron dónde se sentarían ese año, por lo que Izuku y Kirishima se sentaron juntas.

Midoriya no podía evitar que sus ojos se posasen sobre los pechos de Eijirō cada dos por tres. Cada vez que hacía un mínimo movimiento, estos se movían con ella. Era complicado no hacerlo, y cada vez que se daba cuenta de dónde miraba desviaba la mirada con el rostro hirviendo.

A la hora del almuerzo se sentaron juntas, delante de Kirishima estaba Bakugō y a su izquierda Mina —un guapo muchacho de cabello rosado y ojos oscuros— y Sero —una azabache de sonrisa triangular—. Denki aún no había vuelto de buscar su comida.

—¿Por qué esta nerd tiene que sentarse con nosotros? —preguntó Katsuki señalando a la infiltrada con su tenedor manchado de salsa picante.

—Quería pasar mi primer almuerzo en la academia con mi novia —respondió con simpleza Kirishima, pasando su brazo por los hombros de la pecosa y acercándola a su cuerpo.