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15|| Locura en Estambul

—¡Bienvenidos a Estambul!

—¿Qué estamos donde? —Pregunte mirando a todos lados. ¿Qué tan lejos de Miami estábamos?—Dónde mierda estamos?

—Tu vocabulario nena—Me regaño y yo respire hondo para no matarla—En Turquía

—¿Sabes hablar turco?—Pregunto Joel en lo que subíamos al taxi

—Bir 2035 Main Street, ev Tesekküler (A la calle principal, casa 2035, gracias)—Le dijo al taxista en quien sabe que idioma y este arranco el auto. Ambos la miramos sorprendidos y ella sonrió

—Turquía... Es tan distinto a Miami—Comente observando por la ventana

—Sí. ¿Te gusta?—Me pregunto alegre Karol y yo la ignore—¿Me ignoraras para siempre?

—¡Le disparaste a mi amigo!

—Error, el se metió en el trayecto de la bala

—Nos secuestraste

—Son vacaciones familiares!

—¡No son vacaciones familiares si obligas a la gente a venir amenazándolos con un arma!—Le dije y Joel rió

—Perdón, es que es muy gracioso

—Te entiendo amor—Le dijo Karol y el me miro aterrado—Bueno, ustedes eligen si ignorarme o no. Porque, que yo sepa soy la única de nosotros que habla turco, vamos a ver como se sientan cuando quieran comprar pan y nadie los entienda—Nos dijo y se puso los anteojos de sol

—Geldi (Llegamos)—Dijo el conductor del taxi parando

—Joel, pagale—Karol se bajo del auto y nos dejo ahí

—On ile yirmi vardir (Son diez con veinticinco)—Este tipo habla chino o que esta hablando

—¿Qué?

—Ne? (Qué?)

—Cuánto es?

—Ne?—Nos dijo y Joel se llevo la mano a la frente frustrado

—Tenga—Le arrojo un par de billetes y nos bajamos. Quedamos frente a un gran porton y detrás de el una gran casa pintada de blanco y con grandes ventanales en todos lados. Era muy bonita, pero por más bonita que sea nunca va a ser mi hogar

—Pasemos—Abrió las puertas dejando ver una gran sala con muebles negros y decoraciones de muy buen gusto—¿Les gusta?

—Ok, Karol, genia de la vida. Necesito una ducha y tuviste la genial idea de traernos sin maletas. ¿Qué hago?

—Oh, yo tampoco me traje ropa, mejor vuelvo a Miami a buscarla—Dijo Joel yendo a la puerta. Karol tomo un control remoto, presiono un botón y la perilla de la puerta le dio una descarga eléctrica causando que se caiga al suelo

—¡Oye!—Le dije y me agache a su lado. Ambos la miramos

—Es para asegurarme que no escaparan—Nos sonrió—Pero tienen libertad de volverse si quieren, la puerta esta justo ahí-La señalo

—Tengo miedo...—Me susurro Joel 

—Yo igual

—Vamos a conocer un poco más de la casa—Nos guió al gran parque—Aquí Joel les enseñara football a nuestros dos próximos hijos, Danny y Thommy—Señalo un pedazo de parque—Y ahí serviremos parrilladas para todos los vecinos—Señalo la parrilla—Aquí nos relajaremos los sábados mientras a los niños los cuida mi madre—Señalo el pequeño spa al lado de la piscina

—Tienes todo muy bien planeado—Murmure—¿Hay teléfono aquí?

—Si, vengan, siganme—Joel y yo nos miramos con esperanza y Karol nos guió a la cocina donde había un teléfono colgado de la pared