No me ven.
Estoy sentada en el mismo lugar de siempre, al fondo de la clase, con las mismas personas de siempre, la maestra está pasando la asistencia, ya que es el final de la clase pero no me ven.
Estoy sentada en el mismo banco de siempre, en la hora del recreó, las mismas chicas de siempre llaman la atención de los demás, y yo desaparezco.
Aún no me ven, y sólo faltan diez minutos para que acabe la clase de hoy, el tiempo pasa volando y escuchó el timbre que indica la salida.
Llego a casa y mis padres no están ( como siempre ), subo las escaleras, entró a mi habitación, decido acostarme ha sido un día un poco cansado, giro mi cabeza, y en la mesita de noche se encuentra, la misma navaja que uso todos los días, la miro por unos minutos, hasta que tomó una decición.
La coloque en mi muñeca, y la comence a deslizar, despacio, pero ejerci fuerza y veo como la sangre se desliza por mi piel, me duele mucho pero es un dolor que puedo soportar, hasta que veo puntos negros y me duermo.
Ya no siento.
Ya no me ven.
Ya no veo.
YA HE MUERTO.
Es una pequeña historia perdón por la nota y la falta ortográfica.
Espero que les guste
ESTÁS LEYENDO
Ángeles Suicidas
Short StoryEste libro lo he decidido escribir para personas como yo que oculta sus cicatrices con sonrisas. ( No la jusges por ser fría y silenciosa pues tu nunca estuvieste en su pasado peleando con sus demonios y lidiando con sus infiernos. )
