Hay cosas que uno simplemente no entiende.
El tiempo. Ese impostor nos agarra por la espalda, y antes de que nos demos cuenta, nos quita todo. Pero también nos regala todo eso, porque ¿Qué somos sin el tiempo? Cada segundo de nuestras vidas, transcurre en un ahora. Podemos mirar el pasado o proyectar hacia el futuro, pero el ahora es uno sólo, y se va con cada letra que estás leyendo. Cada puto segundo es un regalo del tiempo, y a veces no lo valoramos.
El amor. Podría estar horas escribiendo sobre los misterios del mas maravilloso milagro humano. Pero es que el amor no se comprende jamás, aunque tengas miles de años. Es una controversia infinita. Lo más peligroso, puede ser lo que mas cura. Lo más escalofriante, lo que más reconforta. Lo finito, infinito. Lo malo, bueno. El odio, amor.
Y la vida. Que en lo personal, se remite a tan sólo esas dos cosas, el amor, y el tiempo. Estamos compuestos por miles de millones de partículas que tienen un reloj, que aman libremente, que se dejan llevar por las hormonas, por las drogas, por la falsedad, por tantas cosas, pero que aman.
Lo hermoso de todo esto, no es tratar de entenderlo. Nunca vamos a comprender al cien por cien estas tres cosas. Pero a la larga, lo que las hace maravillosas, es eso.Rs