Mientras las gotas caían se podía oír en el bosque las pisadas apresuradas de un joven.
[¡Corre...!]
Una voz le gritaba desde su conciencia destruida.
[¡Sal de aquí...!]
Está voz trémula, le pedía lo que el siempre había querido.
[¡Escapa...!]
Y efectivamente, el obedecía estás palabras.
Seguía y seguía, el peliblanco huía pero...¿de qué?; por ahora yo no podría explicar eso; este corría apresuradamente tanto como la velocidad de sus piernas le permitía, con una expresión de dolor y agitación en el rostro.
La voz, que lo hacía seguir, paró repentinamente.
Él tropezó del susto por este hecho, su cara se impacto contra el suelo, el lodo y el agua de la lluvia inundaron su ropa, trato de levantarse pero unas gotas de sangre caían de su rostro.
El no lo sentía, no podía sentir que en su rostro tenía una rama delgada clavada en su ojo derecho.
Ignoró esto, y decidió seguir escapando de aquel lugar, donde toda su infancia se había destruido totalmente.
Mientras, yo apreciaba toda la escena desde lejos.
~ Lilian. ☔