La mejor historia Kookmin. (Chilensis)

¿Me estai webiando?

Jungkook se fue a la escuela con la mensa caña, el weón andaba pasao a vino y otro tipo de alcoholes irreconocibles, ni siquiera con toda la colonia que se echó pudo pasar piola el olor.

Lo esperaba en el portón su buen amigo Hoseok, apodado por todos como el "chupapi", trataba bien a los profes y les ayudaba con las cosas para puro tener décimas gratis. Todos los cabros lo tenían fichao.

"¡Wena Juanito agárrame los cocos!, ¿cómo estai?" le saludó el cabro amigablemente, medio abrazándolo. "Oh conchatumare ¿que wea tomaste?" se alejó arrepintiéndose de haberse acercado. 

 "Oye saco e' weas si no ando tan hediondo" dijo Jungkook echándose su gomita eucaliptus menthol de Serrano pa pasar piola. 

Entraron a la sala y tomaron sus asientos al final, ahí donde no les llegaba ni el sol. Yoongi ya había llegado y estaba echándose la siesta apoyado en la mesa. El weón tenía todo lleno de baba, siempre tenían que andar limpiando cuando se quedaba dormido.

"¡Yoongi culiao viene la profe de religión!" gritó Hoseok cerca de su oído y el pobre cabro casi se saca la chucha en la silla, terrible asustao.

"¡Yo no hice náh!" Yoongi abrió las mensas pepas mirando a todos lados y vio que todo era una vil falacia. Se levantó y le pegó su buena patada en la raja a Hoseok, quien seguía riendo porque le gustaba caleta molestar al weón de su amigo.

"Ay culiao, no sería ni una wea sin ti" dijo Hoseok limpiándose una lágrima imaginaria.

"Estai vioh" le apuntó Yoongi con el dedo "a la próxima te saco la chucha"

"Ya, ya, era una broma, no es pa' enojarse tanto" Jungkook dejó su mochila en su puesto, quería puro irse pa' la casa pero la mamá ya no creía cuando decía que se sentía mal.

"Oigan cabros, llegó un weón nuevo, lo vi en el pasillo hablando con la miss, tenía la media raja" Yoongi meneó las cejas y se mordió el labio, era bien caliente, para que mentir.

Pero Jungkook al oír "tenía la media raja" pensó al toque en el rucio rico y la ctm, estaba que se le paraba de puro imaginarlo. 

"Me acordaste de el rucio rico que conocí anoche..." mientras decía eso justo entró el cabro nuevo y abrió la boca como un pescao', no podía creer lo que sus ojos estaban viendo. Era el rucio culiao rico y estaba en su escuela. Parecía que haberle rezado a Felipito había resultado.