¿Puedo confiar en ti?

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Si, aparentemente hacía un año había sucedido eso

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Si, aparentemente hacía un año había sucedido eso. Pero no sabía en que país estaba, y estaba segura que no era el suyo porque el acento de los clientes era raro; no sabía si colombiano o uno de esos que se parecen en tono. Ahora se encontraba en un lugar espantoso, lleno de chicas en la misma situación que la suya; con miedos, llorando, pidiendo por favor que la dejaran salir. Pero nadie hacía caso, cuando alguna se quejaba se la llevaban y volvían golpeadas, torturadas y en estado de shock.

Ahora estaba allí, en aquella habitación esperando a su próximo cliente. ¡Asco! Eso le daba, asco. Pero tuvo que aprender a sobrevivir con eso. No la iban a dejar salir jamás, eso lo tenía muy presente siempre. Y si algún día saliera de allí sería muerta, como le habían dicho el primer día que llegó. Mientras esperaba al próximo viejo que vendría pidiendo sus servicios" recordaba su vida antes de esa.

No era completamente feliz. No le faltaban cosas materiales, pero si afecto, y eso la hacía infeliz. El único cariño que tenía era de esas personas que no eran de su sangre, pero que la amaban como si lo fueran. Dicen que los amigos son la familia que uno elige, y definitivamente para ella era así. Sus amigas y su nana eran la familia que había elegido.

Sus ojos se aguaron al recordarlas. Quería volver a verlas, estar con ellas, platicar, reír... Quería abrazarlas una vez más. Quería sentirse segura en los brazos de su nana... Quería volver a su vida, quería volver a ser la de antes. Pero ahora estaba allí, y se sentía más miserable que nunca. Se sentía asquerosa vestida de aquella forma. Se sentía sucia al ser tocada varias veces cada noche por distintos tipos. Se daba asco.

Su mirada estaba fija en el suelo cuando escuchó que la puerta se abría. Allí iba. Tenía que secarse esas lágrimas y hacer lo que venía haciendo hace unos meses; ponerse fuerte, dejar su corazón de lado y hacer lo que tenía que hacer. Sin sentimiento, sin ningún estremecimiento y emoción. Cuanto más rápido, mejor, más pronto se libraría de ese asqueroso tipo que le tocaría "complacer". Secó sus lágrimas y levantó la mirada, encontrándose con un par de ojos castaños viéndola con deseo. Pero no era un viejo. Bueno, a ella siempre le tocaban hombres de todo tipo, era la favorita de allí, la que todo hombre quería tener, y siempre variaban de todas las edades. Pero... ni siquiera era hombre. Era una mujer, de intensos ojos cafés, cabello largo y rojizo hasta la cintura. La luz de la lámpara junto a ella le dejaba ver unos mechones violetas en las puntas de sus pesados bucles.

¡Era hermosa! Pensó. Pero no, ella tenía que dejar sus sentimientos de lado, como siempre lo hacía. Se levantó con la frente en alto y su cara se puso seria, como siempre.

-Hola preciosa- Un sentimiento la invadió al sentir a aquella mujer llamarla así. Era la primera vez que una mujer pedía por sus servicios.Tomó aire y se enderezó.

-A lo que vienes- Contestó en un tono seco, acercándose a la chica. Ésta se quitó la chaqueta, la apoyó en un sofá cerca, quedando con una blusa negra de tirantes y se puso las manos en los bolsillos de su jean.

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⏰ Last updated: Feb 21, 2018 ⏰

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DULCE ANTIDOTO PARA OLVIDARWhere stories live. Discover now