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James Potter

Eres una chica de Gryffindor y te encuentras ahora mismo dibujando al chico que te gusta. Sirius Black. Estabas tan absorta en tu dibujo que no te diste cuenta de que James Potter se estaba acercando a ti para saber que estabas dibujando. Tú, James, Sirius y Remus érais amigos. James se agachó para mirar lo que terminaste de dibujar y tú tampoco te diste cuenta de que estaba allí hasta que el soltó un silbido de admiración.
-¡Qué bien te ha salido el dibujo de Sirius, Sarah! Aunque creo que lo has dibujado más guapo de lo que es. ¡Dibujame a mi también!- te dijo James.
Tú pegaste tal bote que te caiste del sillón en el que estabas. Te pusiste muy colorada y le dijiste:
- Serás capullo. Me has pegado un susto de muerte.
Le pegaste un puñetazo en el hombro.
- ¡AY!- gritó James. Os empezasteis a reír y pelear.
En eso llega Sirius, que estaba tonteando con una chica, y empujó a James. James tropezó y se cayó encima tuya en una posición un poco vergonzosa. Te pusiste colorada y lo miraste. Entonces te diste cuenta de que James también estaba como un tomate.
- Lo siento mucho...- empezó a decir Sirius, pero fue interrumpido por James, que se había levantado rápidamente y le gritó:
-¿ Pero a ti qué te pasa, subnormal?
Él se fue corriendo de la sala, completamente rojo y te pareció ver unas lágrimas saliéndose de sus ojos. Sirius estaba confuso y divertido ante la situación. A ti te dolió ver diversión en los ojos de Sirius al ver que su amigo estaba sufriendo por algo que tú ni siquiera sabías. Te levantaste y seguistes a James.
Lo encontraste en la sala de Menesteres. Estaba llorando. Te acercaste y te sentaste al lado suya. Pasaste tus brazos por sus hombros. Él te miró sorprendido y se secó rápidamente los ojos.
- No estaba llorando.- dijo con la voz rota, causa del llanto. Le miraste y sentiste un sentimiento de protección hacia James y sentiste algo más que no supiste identificar.
- No pasa nada si los hombres lloran, ¿sabes? Está bien que te desahogues de vez en cuando. Yo lo hago a veces. James... ¿qué te ha pasado? ¿ Por qué te fuiste de la sala de Gryffindor corriendo y llorando? Si no me lo quieres decir, lo entenderé. Pero quiero que sepas que pase lo que pase siempre voy a estar a tu lado. Eres mi amigo, James. Puedes confiar en mí.
James te miró sorprendido y triste.
- Gracias, Sarah. Pero si te cuento por qué estoy así, no querrás volver a ser mi amiga y yo no quiero eso.- dijo James.
- ¿ Por qué dices eso? Siempre seguiremos siendo amigos pase lo que pase...- dijiste en tono reconciliador.
Te miró, tragó aire y dijo:
- Sarah... quiero decirte algo que me pasa desde que nos conocimos me has gustado mucho. Pero no como amigos. Es decir, te amo. Y sé que a ti te gusta Sirius y me duele, pero prefiero que tú estés feliz aunque para eso deba renunciar a mi amor y...
Tú te sentiste confusa y de repente supiste que era ese sentimiento. Amor. Lo besaste. Él se sorprendió, pero te devolvió el beso. Os tirasteis un rato besandóos.
- Te amo, James.
- Yo también te amo, Sarah.

~Cay🐶