Mi idiota perfecto

Capítulo 1: Noticia inesperada.

Me despierto por la hermosa melodía de los pajaritos cantando desde mi ventana, el sol deslumbrado mi rostro y eso da a conocer de qué hoy es un hermoso día.

A quién engaño, despierto por la odiosa alarma sonando como si no hubiera un mañana. La agarro y la arrojo hacía la pared haciendo que se haga añicos. Bien, creo que me pasé un poco, por lo menos hoy ya es viernes, y hoy organizan las mejores fiestas.

Me levanto refregando mis ojos, y me dirijo hacía el baño para darme una ducha.

Cuando salí, busque en mi armario algo para ponerme, me decidí por unos pantalones estilo militar, una camiseta de color negro con una Cruz en el centro y mis Convers.
Desenredo mi cabello y me aplico algo de maquillaje, algo poco.

Ya lista, agarro mi mochila, mi celular y veo la hora, marcaban las 8:45 am, bien, tengo tiempo para desayunar algo simple.

Salgo se mi habitación y me dirijo hacía la cocina donde mi mamá está preparando unos deliciosos panqueques.

Mi mamá es muy hermosa, tiene 35 años, su cabello es rubio al igual que el mío, en cambio sus ojos son de color verde esmeralda, son muy hermosos.

- Hola mamá - Saludo a mi mamá con un beso en la mejilla.

- Hola hija ¿Cómo amaneciste? - Me pregunta volteándose a verme.

- Mmm, en el sentido de que estaba soñando con unicornios, pero se arruinó por la odiosa alarma que la lancé hacía la pared haciéndose añicos. Pues, amanecí mal.

- Hija, tienes una extraña obsesión con los unicornios - Me dice mamá algo preocupada.

- Mamá, no tengo una obsesión por los unicornios, no porque sueñe con ellos voy a ser rara, y tenga unos cuantos peluches, y sólo tengo un pijama de unicornios. Así que no te preocupes mamá - Le digo a mamá con una sonrisa.

- Ésta bien hija, y apresúrate en comerte estos deliciosos panqueques - Me dice colocándome enfrente un plato con dos panqueques.

- ¿Sólo dos? - Le digo haciendo un puchero.

- Hija, se te va a ser tarde, ya son - Revisa el reloj que tiene en la muñeca - Las 8:55.

Abro los ojos como platos ¿Cómo que son las 9:00? Eso es imposible, bueno aunque hablando con mi mamá el tiempo se pasa volando.

Agarro un panqueque y me lo hecho en la boca.

- Adius mamma - Me despido de mi mamá como puedo, ya que tenía la boca llena.

- Adiós hija, te cuidas.

Yo solo asiento y salgo disparada de casa, no sin antes agarrar mi mochila, las llaves de mi hermoso bebé y mi celular.

Me pongo mi casco y hago rugir el motor de mi moto.
Comienzo a acelerar y aprendo mi rumbo hacía la escuela.

Cuando llegué, no había nadie a los alrededores.
Me bajo de mi moto y empiezo a correr hacia la clase que me corresponde, que es química, odio química.

Cuando estaba por llegar, el odioso profesor estaba cerrando la puerta del salón, comienzo a correr más rápido de lo común.

- Señorita, estas no son horas de llegar - Me dice el odioso profesor.

- Lo sé, es que cuando venía de camino, había un tráfico horrible. - Le miento.

- ¿Segura que ese fue el motivo de su retraso?

- Cien por ciento segura - Le respondo con una sonrisa inocente.

- Ésta bien, puede pasar, pero que no se vuelva a repetir - Me dice abriéndome paso.