'Vejación y Renacimiento'

Los Vengadores

Llegaron a la Torre porque aunque Tony la había puesto a disposición de Shield, aún era suya.

— JARVIS activa el protocolo 'Reinicio'

— Entendido Señor.

— ¿Reinicio?

— Programo muchos protocolos para diversas situaciones.

— ¿Pensabas dejar a los Vengadores?

— Pensaba más en irme y dejarles la Torre pero ese sería el protocolo 'Traspasar'

— ¿Y éste en qué consiste?

— En quitar cualquier autoridad que Shield haya colocado en mis sistemas. La Torre vuelve a ser mía o mejor dicho nuestra. 

— ¿Dejabas que Shield entrara?

— En pos de conservar la relación amistosa.

— Tony, eres increíble.

— Lo sé, querido.

El castaño tomó el rostro del Capitán para darle un beso posesivo. 

— Pensé que habría menos besos en frente nuestro.

El arquero se acercaba con una sonrisa, detrás suyo venían los demás.

— Pues pensaste mal, pajarito. Ahora habrán más. Mi descaro ha subido en un 200% y la vergüenza del rubio sexy ha bajado.

— Maldición.

La voz de Clint salió lastimosa, todos sonrieron ante su sufrimiento.

— Entonces ¿Nos dirás el por qué de tu cambio, Stark?

Nat cómo siempre buscaba saber todo.

— Lo del Capitán no los informó el mismo Fury para saber nuestra posición.

Sam se adelantó para dar a conocer la noticia.

— Entonces debemos ir a la sala de reuniones. Merecen saber todo y con todo eso podrán elegir su posición.

— Tony, nosotros ya he-

— Gracias pero quiero hacer las cosas bien.

Todos hicieron un gesto afirmativo para voltear y dirigirse al lugar acordado.

Los dos líderes se sentaron a la cabeza, sus manos entrelazadas demostrando que eran una unidad.

— Creo que debo empezar yo. Cómo ustedes saben Tony fue capturado, yo pedí la ayuda de Shield y me fallaron. Tomé el asunto en mis manos, maté para conseguir la información logrando que Fury venga a detenerme y me diera al fin el paradero de Tony cómo última muestra de gratitud por todos mis años de servicio. Llegué tarde y tuve que inyectarle la sustancia conocida como 'extremis'. Ha demostrado que lo ayuda a curarse más rápido entre otras cosas.

— ¿Qué cosas?

— Se los diré yo ya que soy el que sufre los cambios, en resumen mi capacidad física cómo mental ha aumentado. Y mis inhibiciones han bajado.

— Eres un hombre aún más poderoso pero con menos límites.

— Él no es a-

— Capitán, lo que dice Bruce es verdad. Y prometí decir toda la verdad. Ahora que lo saben deben decidir.

— Debo decir algo antes. Tony y yo pensamos formar nuestro propio grupo. Somos independientes desde hoy.

— ¿Estarán fuera de la ley?

— Nosotros seremos la ley.

Los ojos rojos del Capitán destellaron con determinación.

— Nos han dicho la verdad, era todo lo que pedimos. Por mi parte me quedaré, Hulk ya es temido y perseguido. Prefiero quedarme con ustedes.

— Me quedaré también, a menos que me digan que mate a un inocente puedo forzar mis límites éticos en bien de salvar vidas.

— Soy una espía y para muchos he cometido más pecados que buenas acciones. Además siempre he estado yendo dentro y fuera de la ley. Me quedo.

— Soy de Asgard, sólo quiero salvar el planeta del que me enamoré y con ustedes siento que lo haré. Estoy dentro.

— Confío en Steve y él lo hace en Tony. Además he visto la guerra, ahí no hay lado bueno y malo, sólo salvar las vidas que uno elige.

— Decidido entonces. Mandaremos nuestra decisión a Fury, será nuestra última buena voluntad cómo él nos ofreció la suya.

Todos se levantaron para dirigirse a sus habitaciones.

Sólo quedaron Steve y Tony.

— JARVIS llama a Nick Fury.

— Entendido Señor.

La línea fue tomada al segundo pitido.

— Están totalmente fuera, Stark.

— Lo estamos todos. Y hola Nick.

La voz jocosa del castaño se escuchó alta.

— ¿Todos?

— Lamento decírtelo pero sí, tenemos a tus dos agentes.

— Buena suerte Stark, voy a atraparlos.

— Buena suerte también. Adiós Nick.

El silencio llenó la sala.

— ¿Estás bien?

— Estoy cansado pero liberado.

El rubio se acercó a su pareja para tomarlo en brazos.

— Es hora de dormir entonces. JARVIS, seguridad nivel Alfa.

— Entendido Capitán Rogers.

— Estás siendo dominante.

— Y te gusta, vamos.

El cuerpo bien proporcionado del genio fue levantado en un movimiento por su rubia pareja para ser llevado a su dormitorio.

— Puedo caminar.

— Puedes pero no deseo que lo hagas.

— Puedo matarte.

— Puedes pero no deseas hacerlo. Hay diferencia en poder y querer.

— Odio cuándo llevas razón.

— Lo sé. Yo lo adoro.

Con una sonrisa compartida por los líderes ya era oficial que la nueva era de los Vengadores había empezado.