Espiando
"Ambos cuerpos sudaban bajo el ferviente deseo de poseerse, rozándose con pasión y descontrol. El calor de ambos los abrazaba y los rodeaba en un manto de lujuria inhumana. Los labios rojos por tanta fricción se amaban y se peleaban, luchando por dominar la caricia húmeda que incesantemente se llevaba a cabo con sediento afán. Las manos inquietas recorrían la piel perlada de ambos, buscando marcar, acariciar y encontrar nuevos lugares erógenos o estimular los ya encontrados. Pero el contacto debía ser más fuerte, más intenso, la codicia por sentirse más unidos era lo único que los llevaba a límites de posesión desconocidos, los movimientos eran casi salvajes, anhelantes y cargados de una potente hambre del opuesto. La danza que llevaban era descontrolada, el ritmo era frenético y sus gemidos eran sonoros y eróticamente cargados de goce. Las palabras eran innecesarias, los suspiros incansables, las respiraciones agotadas y el palpitar de los dos corazones acelerados. El apasionado encuentro llegó a su clímax y el alma de ambos se unió en un último movimiento que concluyó con el derrame de la escancia de sus seres. El orgasmo fue de dioses, el placer un milagro y el resultado fue la unión de sus corazones. Así, ambos príncipes cayeron rendidos, juntos como siempre habían querido estar."
Se despertó aún anestesiado por el ensueño, pero aturdido por lo que acababa de soñar. Con algo de esfuerzo se sentó en la cama. Con una de sus manos se limpió el sudor frio de la frente y se peinó los cabellos rubios con nerviosismo e incomodidad. ¿Qué rayos acababa de imaginar en su inconsciente? Estaba algo agitado y sentía como en su pecho, su corazón aún permanecía acelerado, intentando aminorar el ritmo lentamente.
-Pero qué demonios...-Negó con la cabeza con vergüenza y reproche hacia su persona. Con rudeza apartó las sabanas y allí, en sus pantalones podía apreciar una humedad un tanto pegajosa. El erótico sueño lo había llevado incluso a la eyaculación. Incrédulo y sin poder aceptar lo que había pasado, se paró y se encaminó al baño para limpiarse. Al mirarse en el espejo sintió pena, después de todo había tenido sexo imaginario con un hombre. Y el verdadero problema radicaba en que ese hombre, no era cualquiera. ¡Incluso había terminado! Por Odín, algo no andaba bien con sus alborotadas hormonas.
Salió del baño desnudo pero limpio. Buscó nueva ropa interior y se la puso. Un cómodo bóxer blanco que dejaba bien marcado su trasero.
Se acostó en su cama, pero no cerró los ojos. El sueño lo había abandonado, ya no podía volver a dormir. Eran muy pocas, o ninguna, las veces que se había desvelado. Pero allí estaba, girando y moviéndose en la cama para encontrar una posición que no lograba hallar para seguir descansando. Resoplando con frustración, volvió a levantarse. Tal vez un vaso de agua lo calmaría. Buscó su bata roja y salió de su habitación, descalzo y semi desnudo. No tenía de que preocuparse, era su casa y todos estaban durmiendo, los guardias ni siquiera lo notarían. Además, iría hasta la cocina y volvería.
Hacia menos de una hora que todos se habían ido a descansar. Aun así, era el único que parecía despierto. Como lo pensaba, el agua no le sirvió de mucho, aún estaba desvelado. Una nueva idea cruzó por su mente. Tal vez, su hermano seguía despierto y sino, lo único que tenía que hacer era despertarlo. Sonrió complacido y se dirigió entre los pasillos tenuemente iluminados a la habitación cercana a la suya, la de Loki.
Antes de llegar a la puerta se quedó estático en el lugar, reflexionando y recordando lo que había pasado para estar despierto, ese retorcido sueño que había tenido ¡y que había disfrutado! Por mucho que quisiera le era imposible negarlo, el momento irreal que había vivido le había encantado. Eran pensamientos sucios que jamás debería tener, pero por alguna razón los tenía. Era preocupante. Entonces tomo la decisión de hablarlo, y con renovada confianza camino los pocos pasos que le faltaban para alcanzar la gran puerta de madera.
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Spy On [Loki x Loki]
FanfictionEra un noche como cualquier otra, todo el mundo estaba durmiendo plácidamente en sus camas, excepto el rubio Dios del Trueno, Thor. Despertado por un sueño un tanto inquietante e incapaz de volver a conciliar el sueño, decide ir a visitar a su herma...