Prologo - El legado

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1986, la humanidad gozá de un tiempo de paz como jamas la había conocido. Sin embargo la humanidad enfrentara su hora mas oscura, pues el día de la fatal profecía del regreso de Drácula se acercaba, solo 13 años faltaban para el fatal día en el que el regresaría con su poder restaurado y decidido a terminar lo que comenzo hace mas de 500 años atras.

Un hombre viaja por Europa buscando a aquel que debía ser el verdadero portador del poder que se le había quitado a su familia años atras. Cansado de tantos años de viaje, y claramente con todo el peso de su edad, el hombre por fin sintió la presencia de la persona a quien ha estado buscando, para su sorpresa no es quien el pensaba que sería, se trata de un niño de 6 años edad.

El hombre camino hacia el niño, el niño lo vio, su cara marcaba el cansancio de los años de busqueda, su cabello rubio se comenzaba a tornar blanco y a decolorarse, sus ojos eran azules y profundos como dos grandes oceanos, en su boca una barba blanca de candado. El hombre sonrió al ver al niño, el retrocedio asutado.

-Tranquilo, no vengo a hacerte daño - dijó el hombre con amabilidad y sonrio ampliamente.

Miro fijamente al niño, su pelo castaño estaba largo y amarrado con una cola de caballo, tenia unos ojos cafes y llenos de vida, pese a su corta edad el hombre podia percibir una gran luz hemanando de el y el poder que estaba buscando durante mucho tiempo, el niño estaba vestido con su ropa de trabajo, y llevaba una cruz colgando de su pecho, al igual que un paliacate color rojo enrollado en su cuello.

-¿Quien es usted? No se acerque mas por favor - dijo el niño asusado.

- Esta bien, no me acercare mas, no quería asustarte, me llamo Jonathan Morris, ves? Ya no soy un extraño, ¿Cual es tu nombre? - preguntó Jonathan con una amplia sonrisa.

- Mi nombres es Julius Bel...- no pudo terminar la frase puesto que fue interrumpido por un hombre con un traje completamente negro.

- Julius ni una palabra mas -dijo el hombre.

Jonathan miro fijamente al hombre que se acercaba a ellos, estaba vestido con un elegante traje negro, sus ojos eran negros como la noche, al igual que su cabello, emanaba un aura oscura y a la vez luminosa, era un hombre de una belleza excepcional, pero denotaba una personalidad fria y calculadora.

- Mi nombre es Genya Arikado, ¿Que se le ofrece? - preguntó

Jonathan seguia mirandolo con desconfianza

- Solo hablaba con el muchacho, eso es todo, creo que el es la persona a la que he estado buscando durante años - respondío.

- No hay nada mas que hablar
Por favor, retirese - respondio Arikado en tono hostil.

Jonathan sentía una prescencia oscura en el, de su bolso saco una botella pequeña de agua bendita y sin decir nada, la arrojo a los pies de Arikado, salpicando un poco sobre de el.
Arikado retocedio y sintio un dolor intenso causa del agua bendita.

- Vampiro, tal como lo sospeche. ¡Ahora preparate a regresar al abismo del que saliste! - grito Jonathan y saco el latigo que llevaba atado a su cinturon.

Arikado logro evitar el golpe con la espada de su madre, se sorprendio al ver que el latigo era el legendario mata vampiros.

- Así que tu eres el actual guardian del latigo. Julius corre a la casa y quedate adentro, es una orden. - dijo Arikado con seriedad.

La lucha comenzó, cada uno arremetia sin piedad contra el otro. Julius observaba y sentia miedo, por alguna extraña razón sentía afecto por Jonathan, pesé a que jamás lo había conocido. Obdeció las ordenes de Arikado a medias, observaba detras de un árbol.

Castlevania: La Guerra Del Castillo DemoniacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora