HAMMER legión de odisea

Las cenizas

El mundo es distinto ahora, llovizna de ceniza cae por todas partes, alrededor no vemos más que humo y escombros.
La humanidad siempre pensó que podía imponer en donde quiera que fuera se equivocaron ahora son reyes de la nada su supervivencia depende de un hilo, todo empezó con una alerta mundial temblores y cielo tornado de rojo sangre así empezó todo. Ahora antes lo que parecía una vida tranquila se esfumó porque todos somos sobrevivientes ahora la humanidad enfrenta una guerra que se ve imposible de ganar.
Ahora yo y mi hijo Michael estamos envueltos no solo en un problema al igual que todos queremos salir del "santuario" el sitio que construyeron los soldados para que pudiéramos escapar a salvó, o eso nos dijeron por suerte mi hijo y yo nos salvamos a tiempo después de quedar atrapados en un edificio, no sabíamos si pudimos a ver muerto si adentro o fuera del edificio como sea corrimos con suerte. Después fuimos rescatados por un grupo de soldados, después de ser transportados en un camión gigantesco llegamos hasta pero algo no andaba bien...
—"¡Atención!, ¡Toda persona que quiera ser transportada al refugio tendrá que dejar a sus hijos en el área médica no insista es solo por precaución!.
Ese es el motivo del que allá tanto alboroto, simplemente no lo entiendo cómo dejarías a tu propio hijo aquí con ellos mientras tú te hibas, algo no estaba bien rápidamente di unos pasos atrás me repetía mil veces en mi cabeza que esto era una locura el pánico se apoderaba de mi, apreté tan fuerte de su muñeca.
—¡Auch!, ¡Mamá basta! ¿Qué pasa contigo?.
Rápidamente lo con una sonrisa sarcástica y un abrazo le dije;
—¡Tenemos que irnos de aquí hijo!
—¡No mamá!, Tenemos que irnos no podemos estar aquí ¿Recuerdas? No te preocupes yo te vere luego.
Ojalá eso me hubiera calmado al voltear veía a una señora suplicar por su hija la pequeña fue arrancada de sus brazos de una manera tan brutal que la pobre salió disparada al suelo.
—¡Por favor señora solo queremos ayudar no lo hagan más difícil!
Decía el soldado de una manera arrogante.
Sentía una molestia en el costado de mi vientre quizá esa caída al salir tiene hasta ahora sus repercusiones la verdad es que entre en desesperacion. Después sentí una mano en mi hombro de manera pesada al girar ví a uno de estos soldados atrás de mi con su gran armadura negra un casco que les cubre la cabeza completamente por eso al hablar de escuchan imponentes.
—¡Señora, déjeme llevarla al frente por favor tenemos prisa pronto llegará más gente!.
Al ver que me tocaba el costado el hombre agachó la mirada y vio que estaba herida.
—¡Necesitamos un médico aquí!.
Rápidamente otros soldados llegaron atrás de el querían cerrar el paso para empujar a la gente hacia los transportes pero los niños ¿Para que los quieren aquí?
Un soldado me jalo y solté a Michael quice regresar mi hijo no podía dejarlo;
—¡Quítame las manos de encima hijo de perra!
—¡Rápido lleven al chico al área de exámenes!
—¡No! ¡Suéltame!...
—¡Mamá!, No te preocupes te buscaré quiero que estés bien.
Perdía a Michael entre la multitud.
—¡Necesito ayuda!.
Sentí una piquete rápidamente empecé a quedarme dormida mi cuerpo lo sentía en las nubes, me desvanecí.