One-Shots SaintSeiya

•Leo•

❤A primera vista❤
♌Aioria de Leo♌

♈❤♉❤♊❤♋❤♌❤♍❤♎❤♏❤♐❤♑❤♒❤♓❤

—Estoy aburrido...– musitó el caballero de Leo llevando ambas manos por detrás de la nuca, mientras caminaba a través de las calles de Rodorio al lado de su compañero de la octava casa, Milo.

—Yo también lo estoy Aioria... Hace casi medio año que no hay nada entretenido que hacer por aquí.– el de Escorpión imitó las acciones del castaño para luego desviar la mirada a un puesto de fruta que había en una esquina. —Ya tengo hambre... ¿Gustas algo Aioria?–

—Por supuesto, yo también tengo hambre.–

—Entonces sigueme.– Milo hizo un ademán para que el de Leo le siguiera hasta aquel puesto de frutas donde el de escorpión tomó un par de manzanas, llevándose la primera directamente a su boca.

—¿No te cansas de comer manzanas?– preguntó el castaño mientras tomaba un mango y lo comenzaba a pelar.

—Ni que las comiera corriendo.– bromeó Milo. —Tu pagas gato.– dio una ligera palmada en la espalda del de Leo ganándose una mirada confundida de parte de este.

—Pero si tu me invitaste.– se quejó cruzándose de brazos.

—Tu lo has dicho, yo invité pero jamás dije que iba a pagar.–

—... Esta bien, tienes razón.– Aioria sacó la cartera y pagó para luego seguir caminando junto a Milo por las calles de Rodorio. —Eres un abusivo ¿sabes?– comentó.

—Si, pero aun así te gusta ser mi amigo.– ambos se miraron y dejaron salir un par de risas ante lo comentado.

Siguieron caminando hasta llegar al mercado, donde Aioria se vengó al hacer pagar a Milo un par de zapatos que le habían gustado y que se dispuso a llevar.

—Eres malo Aioria.–

—Ojo por ojo, diente por diente.– habló con una sonrisa en los labios.

—Me vengaré gato.–

—Si, claro.– Rieron nuevamente y siguieron caminando entre la gente del mercado, y literalmente perdiéndose entre ella, pues cuando Aioria cayó en cuenta, Milo ya no estaba con él. —Diablos! Este bicho ya se me perdió.– dijo disgustado y luego miró a todos lados sin poder dar con él. —Tendré que buscarlo.– se escabulló entre la gente buscando por todas partes, pero era prácticamente imposible encontrarlo entre tantas personas.

—GATO!– gritó Milo al picarle una costilla, lo que provocó que el pobre Aioria diera un salto por el susto.

—Milo! Vente a la...– estaba a punto de darle una buena bofetada a su compañero pero se detuvo por que algo le había llamado la atención.

—O.O??? Aioria?– dijo Milo pasando su mano por enfrente del rostro del castaño, tratando de que regresara a la realidad. —Gato? Estas bien?–

—Luego te veo Milo.– dijo Aioria mientras comenzaba a caminar hacía otro lugar. Obviamente al caballero de Escorpió le pareció bastante extraño, por lo que sin dudarlo comenzó a seguirlo para saber que le había causado ese cambio tan repentino.

Aioria conocía a toda la gente que habitaba Rodorio, eso se debía a que siempre tuvo cierto contacto con ellos; era por eso que lo que le había llamado tanto la atención, fueron aquellos orbes (C/o) que no conocía y que lo habían hipnotizado al verlos.