Erase una vez

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Erase una vez, Una luz resplandeciente, De los rayos del sol.

      Érase una vez, Una sombra intimidante, Del reflejo de la luna.

Y Érase una vez, Dos amantes apasionados, De Un amor prohibido.

-De tu sonrisa brillante, Mis sueños tratan, Mientras la noche gobierna.
La luna le canta a su amante

-Tu atrevida mirada es la que
Invaden mis pensamientos
Cuando el día apenas comienza.
Le recita el sol a su amada.

-Canto esta melosa melodía. Que mi corazón entona, Para que el tuyo palpite con más fuerza.

-Y sí que palpita! mi amor, Y tan alto se escucha Que su ritmo acompaña tu dulce melodía.

Como el tiempo repara también daña.
como la distancia es necesaria también es colapsal.
Y como el amor es hermoso también es desastroso.
Y el tiempo no paro, ni la distancia se acortó y el amor se instalo.

-Ay mi dulce sol destrozada estoy,
mi corazon sin voz se quedó Y mi canto de amor se perdió.

Y la tristeza invadió su sonrisa dejando en penumbras su reino Donde la luz no era recibida. Y el sol callado no se quedo.

-Ay mi amada no te rindas por favor,
Canta para mi que buen espectador soy.

La luna en silencio permaneció, Y a el un enojo tenebroso Le recorrió y allí se quedó.

Con enojo su rayos intensificó
Intentando alcanzar a quien lo rechazó,
Quemando todo lo vivo su meta no alcanzo.

La noche oscura invadía los pensamientos,
Por ello las estrellas brillaron con euforia. Y así iluminar lo que quedaba de sentimientos.

Los días más largos y agobiantes,
Con Calor en todos los rincones, las nubes colmaron los cielos para contener el odio que lo cegó.

-Triste triste es mi día, Triste triste es mi noche.
Entonaron aquellos testigos de la verdad.
El tiempo avanzó, la distancia no disminuyo, y el amor se intensificó.

Tanto era el anhelo que ninguno aguanto, la luna corrió hacia el infligiendo todas las prohibiciones
Y el con paso decidido la siguió sin importar el desastre que dejaba atrás.

-cántame mi amor, que mi corazón dejo de palpitar y solo tu voz lo hace reaccionar.
En su oído le susurró el sol.

- no solo mi voz es tuya, mi alma te perteneció desde que te Vi y con mi canto te reclame.
Le respondió con su canto la luna.

Piel contra piel, labios contra labios
No se podía saber cuándo empezaba uno y cuando terminaba el otro.

Erase una vez un amor prohibido que derribo barreras para lograr lo imposible.

Y Érase una vez  dos amantes
Que prometieron con besos dejar de existir para volverse uno.

sentimientos a flor de pielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora