Coqueto

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Ω Ω Ω

AU

De cómo Law entra en crisis porque Luffy también sabe ser coqueto.

Ω Ω Ω

"Bésalo"

"Jódete"

La discusión que el hombre sostenía con su propia conciencia era curiosa. Semejaba horrores a las peleas en las que siempre se veía envuelto; de igual forma, no tenía idea de cómo llegaba a su situación actual, sólo era consciente de que debía solucionarla. Por ello intentaba silenciar sus impulsos y esa estúpida voz que no lo dejaba en paz.

"No se me da la gana besarlo", contraatacó.

Le hubiera gustado seguir inmerso en su conflicto, pero aquella voz psicópata y demencial se negó a seguir, exactamente como sus pulmones se rebelaron dejando de inhalar oxígeno. Todo por las manos de aquel mono sobre sus mejillas.


"Hey, Traf, te estoy hablando, ¿sigues conmigo?"

Cuando el nombrado enfocó su vista al frente, descubrió dos piedras preciosas oscuras como la noche viéndolo fijamente.

"No pasa nada, no pasa nada, no pasa nada..."

Tres veces pensó lo mismo, pero seguramente no se tragaría aquel cuento ni repitiéndolo mil veces. Decir que estaba sonrojado sería una blasfemia: lo que sentía era un mareo del demonio.

"Aléjate de mí ", exigió.

La persona enfrente suyo retrocedió ligeramente por la impresión más que por hacerle caso, sin embargo sonrió inmediatamente de la forma más dulce que podía.

"Te pongo de los nervios, ¿verdad?", esta vez fue su cerebro quien se negó a trabajar correctamente.

"¿Qué carajos...?"

La luz del sol creciente iluminó las facciones del muchacho con el corazón de oro, a la vez que hacía lo mismo con las ideas del contrario que se habían negado a fluir.

"No me jodas", reclamó consternado, "¿Hace cuánto lo sabes?"

El otro muchacho avanzó un paso más de los que había retrocedido y, como para molestar un poco más al prójimo, rodeó la cintura ajena con uno de sus brazos.

"Quien sabe. Pudo ser desde ayer, o puede que me enterara desde hace buen rato...", concluyó en medio de silbidos inocentes.

Trafalgar retrocedió la misma distancia que el otro se había acercado, apartando el brazo invasor de su espacio personal.

"¿Entonces por qué te la vives fastidiándome?"

"A lo mejor me divierte fastidiarte la vida."

La respuesta puso al hombre de los tatuajes más tenso de lo que ya estaba; no tenía idea de qué protocolo usar ante esa situación. Quizás porque no estaba enterado si es que alguno existía para indicar cómo portarse con la persona anhelada luego de saberse descubierto por ésta, especialmente si se tomaba el dato con una calma escalofriante y hasta con buen humor. Tal vez fue muy tonto esperar una reacción acorde al protocolo y normas de conducta social por parte de aquel singular mono. A lo mejor por eso había cautivado su corazón.

"Si no te vas tú, lo haré yo", dijo mientras era acorralado.

Law obviamente tenía la intención de cumplir con su palabra, pero el otro no cedía: clásico de él, no rendirse nunca.

"¿Por qué?"

"Porque ahora sé que lo sabes. ¿Cómo se supone que actúe después de eso?"

"Pues como siempre, no veo por qué cambiar de actitud. Hasta es divertido."

Law se paralizó al sentir su espalda chocar contra la superficie, además de ver dos fuertes brazos a cada lado de su cuerpo, cerrándole las vías de escape. Tragó duro.

"¿Cómo puede ser divertido?" El rostro del muchacho cortó la distancia entre los dos hasta rozar sus narices.

"Lo entenderías si te vieras cada vez que te toco."

Luffy se inclinó ligeramente mientras dirigía una de sus manos hacia las mejillas opuestas. Un temblor sacudió a Law desde la punta de sus dedos, dejándolo fuera de combate; se estremeció aún más cuando la lengua juguetona del muchacho recorrió sus pómulos. Al final, la lengua fue sustituida por un par de labios que descendieron hasta los suyos simulando una caricia. Quedó tan impactado, que sólo la risa del chico pudo volverlo a la realidad.

"¿Ves? Es divertido. Haces ese no sé qué con tu cara... es tan raro", ahora sus manos sobre las mejillas de Law hacían el intento de estirarlas. "Me gusta."

Sin más, el muchacho se fue; repentino y brusco como sólo él mismo.

"Bastardo hijo de puta", habló su conciencia en tanto Luffy se alejaba, "Admite que te encantó".

Haciendo un enorme esfuerzo por no babear, Trafalgar sonrió.

"Podría ser, quien sabe... ¿Dejaría de seducirme si confieso que me gusta?".

FIN

100 fragmentos Law/LuffyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora