¿ᴀᴍᴀʀᴛᴇ? ᴛᴀʟ ᴠᴇᴢ.

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Sentado sobre el mueble más largo de aquella habitación gris, recordaba a quien con una sonrisa lograba darle color a su vida, recordaba sus inocentes ojos, recordaba los besos cálidos que recibía, recordaba la sonrisa más bella que pudo ver.

Recordaba. Recordaba. Recordaba.

Recordar, ¿en qué más invertiría su decepcionante existencia?

Tal vez pudo esforzarse más en mantenerlo a su lado, pero no, su adicción era más fuerte que el amor, aunque permaneció a su lado por años, esperando a que se diera cuenta del daño que le provocaba, JongDae no supo valorarlo.
Ahora se arrepiente, pero sabe que él se encuentra mejor, con una persona que le da el amor que merece.

Sentado sobre una de las bancas más descuidadas del lugar, recordaba sus caminatas por el parque, tomados de la mano; recordaba que reían a más no poder; recordaba que uno de ellos se tropezaba con lo que sea que se encontraba sobre el suelo.

Recordaba. Recordaba. Recordaba.

Recordar, ¿tan miserable era actualmente?

Tal vez pudo esforzarse más en amarlo, no solo con palabras, pero no, se lo repetía a cada hora, era agobiante, nada cariñoso, pero sí divertido; aunque permaneció a su lado, dándole toda la atención que podía, JongDae no supo valorarlo.
Ahora se arrepiente, pero sabe que él se encuentra mejor, con una persona que valora su esfuerzo por mantener la relación.

Sentado sobre la desordenada cama, recordaba las noches de juegos, en las que uno era castigado si perdía; recordaba cuando dormían abrazados, sin importar el calor; recordaba cuando despertaban de madrugada para jugar al escondite.

Recordaba. Recordaba. Recordaba.

Recordar, ¿por qué no quiso amarlo?

Tal vez pudo esforzarse más en apreciar su compañía, sin pensar que era una obligación, pero no, se quejaba de sus irritantes ronquidos, de cómo no dejaba de moverse al dormir, le gritaba, le hizo pensar que estorbaba; aunque permaneció a su lado, tratando de evitarlo, JongDae no supo valorarlo.
Ahora se arrepiente, pero sabe que él se encuentra mejor, con una persona que lo despierta con un beso todas las mañanas.

Sentado sobre una de las sillas situadas en medio de la cocina, recordaba el delicioso desayuno que le preparaba, con una presentación perfecta; recordaba cuando le daba de comer en la boca, con una enorme sonrisa; recordaba los pasteles que preparaban juntos, discutiendo por quién se comería el último.

Recordaba. Recordaba. Recordaba.

Tal vez pudo esforzarse más en engreírlo, no obligarlo a lavar los trastes, pero no, le enloquecía cuando no estaban impecables, odiaba que demorara en preparar el almuerzo o cena; aunque permaneció a su lado, tratándolo exageradamente bien, JongDae no supo valorarlo.
Ahora se arrepiente, pero sabe que él se encuentra mejor, con una persona que lo cuida como si fuese un delicado cristal.

Sentado sobre la escalera, recordaba como su bello niño perdía color en su vida, recordaba como sus inocentes ojos decaían con el pasar de los días, recordaba como sus labios temblaban al dar besos que debían ser cálidos, recordaba el día en que su sonrisa desapareció.

Recordaba. Recordaba. Recordaba.

Sentado sobre el borde de la azotea del edificio en el que se hospedaba, recordaba cómo los castigos para el perdedor se tornaban dolorosos, recordaba su cuerpo temblar por el frío abrazo que se daban al dormir, recordaba los golpes por la madrugada.

Recordaba. Recordaba. Recordaba.

El viento movía sus cabellos de un lado a otro, sin dirección alguna, lo contrario a su cuerpo, que caía en línea recta; recordaba los perfectos momentos en los que estaba sobrio, esos en los que lo abrazaba; recordaba las patadas que le daba cuando no lo estaba, esas que le rompieron más de una costilla; recordaba la piel morada cuando lo estaba, esa que cuidaba; recordaba cuánto lo sentía, pero nunca se lo dijo; recordaba su último Te amo, ese que no contestó; recordaba su espalda cuando lo dejó, esa que besaba continuamente.

Recordaba. Recordaba. Recordaba.

Recordar, ¿así es como debía terminar?

Tal vez pudo esforzarse para abandonar el alcohol, pero no, prefería desaparecer por días y participar en peleas callejeras; aunque permaneció a su lado, recogiéndolo de donde sea que estuviese, JongDae no supo valorarlo.
Ahora se arrepiente, pero sabe que él se encuentra mejor, con una persona que le desea un dulce sueño todos los días.

- Kim MinSeok, te amo, espero no me recuerdes.

Recuérdame, MinSeokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora