CAPITULO SEIS

221 3 2
                                    

Había ocurrido una tragedia en mi ciudad, para  lo que mi amigo aquel que se dedicaba a la promoción de grupos convocó un evento para recaudar víveres para las personas afectadas. Me pidió que si podía apoyarlo dirigiendo dicho evento y agradecida por haberme considerado yo acepté. Yo no sabia las emociones que me preparaba ese día.
Comenzaba el evento y yo lucia radiante, como siempre. Estaba dando lo mejor de mi a pesar de que era la primera vez que lo hacía. Conforme pasaban los grupos yo me sentía cada vez más segura y pro activa.
Cuando de repente mi amigo me dice:
- Amigo: "¿Ya viste quien sigue?"
- Yo: "No, ¿Quien?"
Cuando de repente un sonido muy fuerte no lo deja terminar de hablar cuando se escucho su spot:
"Grupo *su grupo*"

Dios mío, la sangre se me había bajado a los talones, era su voz, era el enfrente mío. Escuchaba cantar la voz que imaginaba todas las noches antes de dormir, la que deseaba que al abrir los ojos me dijeran buenos días, era esa voz que un día me dijo "Ven, hazte más para conmigo" y callo por qué su boca se juntó con la mía para volverme suya por siempre.
Yo solo me dispuse a verlo dar todo en el escenario y hacer lo que le apasionaba. En un momento no aguante tanto sentimiento y me fui para atrás a soltar una cuántas lagrimas, no se que era lo que sentía, tristeza no era. Estaba feliz, emocionada y nerviosa, pero me sentía muy reprimida. Solo fueron unos minutos pero el momento quedó captado. Al día siguiente me percaté que Instagram estaba repleto de fotos del evento, y una amiga me taggea en esta fotografía.

Yo estaba ahí, justo detrás de él, cuando me volteé para quitarme las lágrimas de los ojos antes de que arruinaran mi maquillaje

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Yo estaba ahí, justo detrás de él, cuando me volteé para quitarme las lágrimas de los ojos antes de que arruinaran mi maquillaje.
Esta es la única fotografía que existe de nosotros "juntos", o al menos en el mismo cuadro y por simples coincidencias de la vida y sus ángulos.
Al terminar de tocar y antes de que bajáramos los del evento del escenario, tratando de ignorar que él se encontraba ahí baje primero entre todas las fans para ya irme de ahí, siento que me tocan por la espalda:
Innombrable: "¿Dormimos juntos o que, que no me saludas?"
Y yo en mi mente: "Créeme que si hubiéramos dormido juntos lo sintiera demasiado, te amo"
- Yo: "Ay jaja hola😘"
Y byeeee, despedida, huí del lugar.

Esperaba que llegaran por mi sentada en una banca y lo miraba de lejos fotografiándose con sus fans y mientras pensaba: "¿Como es que el está ahí dando tanto amor y no tiene ni una pizca para mi?" "¿Por que a pesar de que no tiene un espacio para mi yo hago un espacio para mi vida por que mi tiempo es de él?"
Las cosas estaban patas arriba y no encontraba como darle solución a esto, obvio no lo haría esa noche tampoco.
Así que, aprovechando que él ya había dado el primer paso saludándome, me acerqué en lo que esperaba que sus fans me dieran un espacio a solas y le digo:
- Yo: "¿Que harás de aquí?"
- Innombrable: "Creo que iremos a cenar y de ahí a mi casa, nada más ¿Por que?"
- Yo: "¿Nos vemos al ratito?"
- Innombrable: "Si, cuando llegue a mi casa te aviso"

Obvio, no me aviso. Y yo dormí de nuevo llena de dudas. Llena de pena.
Muchas veces me pregunté frente al espejo que me faltaba, convencida de que se trataba de mi físico. Cada vez me miraba menos suficiente para quien sea, no solo para el. Y no, no le hecho la culpa de absolutamente nada de esto, la culpa es mía por quererlo más a él que a mi.

Entraba el mes de noviembre, el mes que se festeja el día del músico. ¿Será sensato un regalo más? Claro que no, al menos los primeros días del mes yo ignore mis instintos por qué de haberles hecho caso haría un regalo enseguida.
Pero mientas más se acercaba el 22 de Noviembre me llenaba de preguntas en mi cabeza:
"¿Como no le voy a dar nada?"
Faltando 3 días para la fecha yo puse a andar mi imaginación por qué ya tenía planeado que era lo que le iban a hacer estas manos esta vez.
Busque por cielo mar y tierra una guitarra que no sirviera por que iba a romperla para hacerle un regalo bonito, si, romperla. No sabia como, pero yo quería realizar lo que ya tenía en mi mente. Quería hacer de la guitarra una caja con un regalo dentro pero que la pudiera seguir usando para guardar todos mis detalles que con todo mi amor le hacía. Por fin conseguí la guitarra y me pase toda la noche jugando a la carpintera queriendo llegar a mi objetivo, mientras más pasaban las horas más mis manos se llenaban de llagas pues la madera me corto en un par de ocasiones. Pasaban las horas y yo no miraba un fin a esto que había empezado, hasta que un gruñido desesperado que solté de mi boca despertó a mi mamá.

-Mamá: "¿María que chingados haces, seguiste con eso?"
- Yo: "No me sale como te dije que lo quería"
Mientras se sentaba conmigo en el piso dispuesta ayudarme esa madrugada a hacer mi regalo yo la miré sorprendida, pues ella sabía para quien era esto.

- Mama: "Tú sabes que no estoy de acuerdo para nada con esto, pero quien soy yo para decirte que no quieras a alguien mientras más te diga más lo harás y no quiero que me ocultes cosas. Cuando te doy consejos María, es porque yo se como es la vida de dura al darte lecciones, pero tú te aprenderás a equivocar solita, debo dejarte"
Yo solo me quede en absoluto silencio, tenía razón y a pesar de que la tenía yo continuaba haciendo el regalo, por favor María Fernanda ya abre los benditos ojos.
Al fin terminaba el regalo y quedo justo asi.

 Al fin terminaba el regalo y quedo justo asi

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Estaba ansiosa por que él la mirara ✨.

¿Pasión o perdición? Me enamore de un músico.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora