La Sirvienta

Primer día

Es mi primer trabajo y estoy muy nerviosa. Me he presentado en la enorme casa, me han entregado el uniforme y dicho mis que haceres.

Soy nada más y nada menos que la sirvienta personal del señor, dueño de la casa.

Jefa:Señorita por favor acompañeme para presentarle al señor.

___:Se-señor?

Jefa:Asi debe llamarlo señorita, se preguntará el por qué siendo nueva le he dado este importante trabajo. El señor me ha pedido buscarle una sirvienta personal cercana a su edad y me pareció perfecto ya que puede ganar más experiencia.

La jefa abre las puertas dejando a la vista un joven muy guapo tan solo en bata jugando videojuegos.

Jefa:Señorita este joven es a quien usted va a servír, su nombre es Park Ji Min. Joven Park ella es su sirvienta personal.

___:Un placer conocerlo señor, me comprometo a hacer bien mi trabajo.

Jimin:Hacerlo bien no es suficiente...–El habló sin mirarme, concentrado en su videojuego.

Jefa:Señor la he elegido por el requisito que me ha pedido...Con permiso.

___:A-Ah señor se le ofrece algo?

Jimin:Umh por ahora nada...–Me miró de pies a cabeza con cara de sorpresa–
Al parecer tu jefa hizo bien su trabajo–Dijo colocando cara de coqueto–Puedes quedarte en mi cuarto por si cambio de opinión.

___:Ah por supuesto señor Park.

Jimin:Ah por favor no tomes tanta seriedad conmigo, solo dime Jimin.

___:De acuerdo señor Jimin. –Volvió a mirarme.

Jimin:¿Qué haces ahí parada? ven pasa con confianza, siéntate.

___:Señor tal vez no debería.

Jimin:Yo soy el que te da ordenes y te ordeno que te sientes.

Me aproxime a él y me senté lo más lejos posible... cuando siento su mirada.

Jimin:Vamos nena, ven aquí.

Me tomó de un brazo y lo jaló acercándome tanto a él que apenas quedamos a unos pocos centímetros provocando que sintiera la sangre acumulándose en mis mejillas.

Jimin:Tan nerviosa te pongo en segundos para ponerte roja preciosa?
–Dijo de pronto tan coqueto.

___:Ah se-señor yooo...

Jimin:Tranquila preciosa, relajate.

Se me acercó aún más mezclando su respiración con la mía. Sentí sus labios suaves y delicados junto a los míos.

Comenzó a besar más rápido y se tiró sobre mi acomodando su miembro bajo mi falda en mi entre pierna y asegurándose de que pudiera sentirlo.

Comenzó a simular embestidas sobre mi ropa interior haciéndome sentir placer.