Un recuerdo del futuro

Capítulo 7: Mi lugar en un desastre

No se si realmente se trate de  entrenamiento o del mismísimo infierno donde solo existe sufrimiento total.

Nos asignaron una habitación a cada quién, el lugar se divide en sectores desde el «A» hasta el «E»
Y yo estoy en el «C».

¿Pero adivinen quien dormirá en este sector a parte de mi y James? Lucas por supuesto , el chico raro hermano de las rubias que por cierto me quieren matar.

No basta con tener que lidiar con James, si no con el también.

La habitación de ese rarito esta a solo unos cuantos metros de la mía, así que no sería muy sorpresivo que un día de estos mi cadáver amaneciera tirado en la habitación.

Como prácticamente todos los días de mi vida no hay muchas buenas noticias. Al menos al fin encontré una persona en ese maldito lugar que no es fastidiosamente irritante. Se trata de Rafa petterson.
Ese muchacho es genial, y eso es algo de lo que que me di cuenta rápidamente.

Lo conocí cuando el señor Mike escogió el sector y habitación de cada quien y pues ¿Con quien creen que me toco?  

Estábamos todos formados. Rafa estaba justamente cinco lugares detrás mío y sucesivamente era claro que terminaríamos en la misma habitación.

Para cuando el señor Mike habia terminado de asignar a nuestros compañeros Rafa y Susana eran parte de “Mi equipo”.

Lo que pasa con Rafa es algo extraño. Es una especie de nerd pero sin embargó, no tiene ningún problema con socializar como siempre lo tienen los estereotipos. Siempre sabe como sacar una carcajada con su humor tan estúpido.

Si hablamos de Susana  prácticamente es lo contrarió.

Cuando llegamos al cuarto no dijo nada, Rafa y yo apenas comenzábamos a conocernos, pero a ella no le salio ninguna palabra de la boca. Lo único que hizó fue tomar sus pertenencias, las acomodó y se recostó en su cama tapándose la cara con la almohada.

Sinceramente es algo espeluznante, púes es como si se tratara de un fantasma, es tan pálida que causa escalofríos, y esos ojos casi grises que no tienes ni ganas de ver.

Habían ya pasado tres horas y todavía no sabíamos nada.
Rafa leía un libro raro de anatomía humana, Susana seguía “Dormida” y yo solo miraba el techo desde mi cama, pensando en como seria todo esto si no hubiera respondido con un golpe a las estupideces de James.

Intenté cerrar los ojos para dormitar un rato en lo que nos dieran un aviso o algo así, incluso le dije a Rafa que me despertara si algo sucediera o simplemente si nos daban noticias.

Unos cuantos minutos bastaron para que yo por fin comenzara a conciliar el sueño, cuando de pronto tocaron bruscamente la puerta.

—¡Cadetes! —Gritarón desde fuera de la habitación. —Es hora de una pequeña merienda, porque después de ella comenzaremos con las primeras prácticas. Tienen diez minutos para presentarse en el comedor.

No sabia si alegrarme o enojarme de esto, pues aparte de que me tendré que levantar después de que por fin comenzaba a relajarme también esta mierda había comenzado.

Después de este día todos serian distintos. No tengo ni idea de como sera el entrenamiento, pero se que definitivamente sera agotador.
Levantarme a las 3:00 A.M. diariamente no sera tan fácil y obviamente no quiero hacerlo.

Me puse la chaqueta algo desganado, me subí el cierre y camine hacia la puerta.

—¿No vienen? —Pregunte a los dos.

Ninguno me presto atención. Susana solo quito la almohada de la cara y me miro como fastidiada; Rafa ni siquiera eso, mas bien solo siguió leyendo.