∘✰『 Bᴇ ᴀ Hᴇʀᴏ 』✰∘

●∘〔Hᴀʙɪᴛᴀᴄɪᴏɴᴇs〕∘●

Pietro dejó atrás a Maeda y a Vickey, realmente no le interesó mucho seguir escuchando la conversación que ellos tenían con la docente Usui. Caminaba por los pasillos de la academia que le guiaban directo a la salida de esta misma, quería llegar lo antes posible a los edificios que eran conocidos como los dormitorios, se encuentra cansado y desea irse a dormir ya.

La dulce voz de una chica que le llama por su nombre le hace parar su caminar, se gira para ver de quien se trata y por reconocer que es Memorito.

- ¡Pietro, Pietro! Tengo algo sumamente importante que decirte. – Se acerca la rubia a él, un tanto agitada por lo mucho que ha estado corriendo en búsqueda de su persona.

- ¿Qué sucede Memo? – Pregunta el mirando por completo a la chica.

- Yo, realmente quiero saber si mis datos no me juegan una broma... ya sabes. Sobre tu tío – Dijo seria.

Pietro se llevó las manos a los bolsillos de su pantalón, soltando un suspiro luego de escuchar aquello.

Quiere mantener la calma.

- ¿Por qué quieres saber? – Le cuestionó, como si no quisiera tocar el tema.

- Oh por favor, tu tío es Charles Stark, un héroe reconocido en Estados Unidos y dueño de grandes empresas. No puedo evitar tener curiosidad por ello – Un brillo se hizo en sus ojos al terminar su frase. Los ojos ocultos de Pietro por su parte, estaban completamente apagados.

Sin vida alguna.

- Mi tío está desaparecido –

- Oh, lo siento... -

- No importa, ¿Hay algo más que quieras decirme? Realmente me estoy quedando dormido aquí parado, en cualquier momento caigo como tronco –

- Yo, te mentí... Tuve un tanto de miedo al ver tu cara – Pietro alzó la ceja.

- ¿A qué te refieres? –

- No solo leí sobre tu familia –

- ¿Y qué quieres que haga? –

- Cuéntame sobre esas raras piedras. Por favor –

- ... -

Pietro no contestó, se quedó completamente callado ante tal petición.

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Los catorce estudiantes fueron de camino a la entrada con sus cosas, uno que otro llevaba una pequeña maleta o bolso donde tenían algunas pertenencias de valor y que eran pequeñas. El resto de sus cosas se habían dejado en la sala común que poseían las habitaciones en las que estarían los estudiantes.

Entraron directo a aquel edificio que poseía varios pisos, unos tres pisos más una azotea para ser exactos. Al abrir las puertas de madera lo primero que hicieron fue conseguirse con un comedor bastante grande, con suficientes sillas para cada uno y quedar con unas cinco libres; al lado de la mesa se encontraban gabinetes y una pequeña cocina acompañada de una nevera en miniatura, lo que quedaba en la habitación era el marco sin puerta que daba a la siguiente habitación que solo tenía un salón mediano y vacío junto unas escaleras que daban al siguiente piso.

- Esto me recuerda a mi casa... - Menciono Pietro.

- ¿Realmente nos quedaremos aquí? – Preguntó incrédula la chica de ojos pardos.

- Vaya que les pagan muy bien a esta academia como para tener esto únicamente para los estudiantes. – Shiori no se quedó atrás.

- HAY OTRO PISO, QUIERO VER, QUIERO VER – Dijo Daiimes agarrando su bolso verde a rayas amarillas corriendo directo a la otra habitación.